Atención y frialdad ante el último Fassbinder

Dos películas de Rainer Werner Fassbinder, acogidas con frialdad en la Mostra de Venecia dentro del homenaje organizado para recordar al recientemente fallecido cineasta alemán, han centrado de todos modos la atención de las últimas jornadas del certamen.Atención a la santa prostituta es una producción basada en un guión del propio Fassbinder, interpretada por Hanna Schygulla y Eddie Constantine, inédita en España como gran parte de su obra y proyectada por primera vez en Venecia durante la Mostra de 1971. Querelle, su última producción, ha provocado una gran expectación, pero ha sido acogida con frialdad. Se presentó hace unos días en el festival de Montreal, va concurso en esta Mostra y también la anuncia el festival de San Sebastián. Se aparta por completo de sus últimas obras, Maria Braun, Lola y Verónika Voss.

Hungría ha presentado a concurso una película llena de resonancias españolas. Guernica está dirigida por Ferenc Kosa y, tras un largo, didáctico y farragoso comienzo, cuenta el viaje de una húngara a Madrid para contemplar el Guernica, de Picasso, y tratar de extraer de él la forma de oponerse al continuo acoso de las guerras, pero la misteriosa muchacha húngara no encuentra la respuesta y vuelve a su país desilusionada para caer en la tristeza de su vida cotidiana, de la cual trataba de huir.

Dentro de las películas que compiten por el Premio a la Opera Prima se ha presentado La extranjera, del portugués Joao Mario Grillo. Es una lentísima y aburrida narración que gira en torno a un hombre, representado por el actor español Fernando Rey, que, al abandonar una hermosa casa junto al mar por problemas de su divorcio, recuerda cómo de niño llegó a ella al huir sus padres de Madrid por comenzar la guerra civil y cómo su madre murió allí poco después. Frente a un no demasiado convincente Fernando Rey hablando en portugués aparecen algunos actores portugueses hablando en un mal castellano que roza el ridículo.