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Destrucción intencionada del área, natural más importante de Málaga

El área natural más importante de la provincia de Málaga, conocida como desembocadura del Guadalhorce, está a punto de desaparecer como consecuencia de la agresión sistemática y continuada, la contaminación excesiva de las aguas y el aprovechamiento ilegal y abusivo de la fauna. Paralelamente se publicó ayer en el BOE publicó el instrumento por el que España se adhiere si al convenio sobre zonas húmedas de importancia internacional.

En la zona conocida como finca la isla, de propiedad privada, se están llevando a cabo trabajos de explanación y relleno de lagunas, a pesar de que el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga la califica como "especialmente protegida" por su gran Valor ecológico. Por ahora, aunque el Ayuntamiento ha ordenado la paralización de los trabajos por carecer de licencia municipal, éstos continúan. El Boletín oficial del Estado publicó ayer el instrumento por el que ,España se adhiere al convenio internacional que regula la utilización de zonas húmedas de interés ecológico internacional. Este convenio protege especialmente las zonas que sirven de habitat a las aves acuáticas. Las partes firmantes del convenio deberán "delimitar las zonas húmedas, organizar todas las actividades que estimen oportunas y realizar cuantas gestiones contribuyan a la conservación y mejora del medio ambiente."La desembocadura del Guadalhorce, situada a unos dos kilómetros del centro de la ciudad, tiene una extensión aproximada de veintinueve hectáreas y está ocupada por la finca La Isla, propiedad de Angel de la Riva Gómez.

El pasado mes de marzo, la Asociación Malagueña para la Protección de la Vida Silvestre (Silvema) denunció a las autoridades municipales el constante vertido de escombros en las lagunas con el consiguiente deterioro ecológico del conjunto, actuación que el arquitecto municipal de Inspección y Disciplina Urbanística califica de "infracción muy grave por su carácter irreversible". La comisión permanente del Ayuntamiento de Málaga aprueba entonces una moción de la alcaldía por la que se declara sin vigencia una licencia municipal para la extracción de áridos en la mencionada finca, concedida en octubre de 1977 por un plazo máximo de dos años. No obstante, el propietario de La Isla hace caso omiso al acuerdo y continúa el vertido de escombros, por lo que el Ayuntamiento le aplica una sanción de 25.000 pesetas, de acuerdo con la ley de Régimen Local, y monta un servicio de la Policía Municipal para impedir el acceso de camiones de escombros a Ia finca.

Contaminación

La contaminación física y sobre todo química es otro de los impactos más degradantes que afecta a la desembocadura del Guadalhorce. Esta contaminación proviene principalmente de vertidos industriales de naturaleza variada e irrupción periódica, alcanzando niveles inaceptables, sobre todo en época de estiaje, para la mayoría de las especies, allí asentadas. Existe también una contaminación de tipo orgánico provocada por el vertido de instalaciones ganaderas próximas y el abandono de cadáveres de animales domésticos en el cauce del río. En las lagunas interiores, el deterioro está provocado por el vertido de materiales de desecho y recipientes de productos tóxicos.Pero existen otros agravantes: presencia incontrolada de personas en zonas de descanso y nidificación de aves; desmesurada e indiscriminada presión cinegética, que incluye especies protegidas y épocas no hábiles para la caza y captura con flnos comerciales de determinadas especies (galápago leproso), llegándose a esquilmar poblaciones completas.

La situación se agrava considerablemente a partir de los primeros días del presente mes con unos trabajos de explanación consistentes en cubrir las lagunas con escombros y tierras de labor. El Ayuntamiento ordena de nuevo la paralización de los trabajos, que no cuentan con la preceptiva licencia municipal que exige ciaramente el artículo primero del Reglamento de Disciplina Urbanística, y el propietario de la finca comunica expresamente a la Policía Municipal que no piensa hacer caso a ninguna comunicación. De este modo, el pasado día 10 el alcalde accidental de Málaga, Pedro García Bárcenas, presentó una denuncia en el juzgado de guardia contra Angel de la Riva Gómez por presunto delito de desobediencia grave a la autoridad municipal, de acuerdo con el artículo 237 del Código Penal.

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