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Entrevista:

Raúl Morodo: "Es lógico que sea criticada una acción cultural que actúe de revulsivo"

El rector de la Menéndez Pelayo estudia su dimisión para volver a la política

Intensificar la interregionalidad y la internacionalidad, abrir sus aulas a todas las corrientes del pensamiento y hacer efectivo un consenso cultural en donde la discrepancia, la crítica y la autocrítica se institucionalicen operativamente son algunos de los objetivos cumplidos por el equipo que dirige desde hace tres años la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Según el rector, Raúl Morodo, para esta política de "puertas abiertas y de innovación cultural" se ha contado con el apo yo del Gobierno y de la oposición, y el respaldo de otras fuerzas sociales. Morodo (El Ferrol, 1935) se siente inclinado a dar ya paso a otros colegas y equipos con sus proyectos y quizá presente su dimisión en octubre, aunque antes ofrecerá al Gobierno y a su ministro de Educación y Ciencia "un balance de nuestras actividades y un plan de sugerencias para el futuro, al margemi de quien personalice la dirección de la UIMP", todo ello realizado por los directores y secretarios de los cursos y seminarios celebrados en estos últimos tres años.

Raúl Morodo se siente orgullosode haber devuelto a esta Universidad Internacional de Verano el espíritu con que la dotaron, hace ahora cincuenta años, el ministro de Instrucción Pública de la Il República, Fernando de los Ríos, y sus dos primeros recto res, Ramón Menéndez Pidal y Blas Cabrera. Y afirma que nunca se planteó la posibilidad de cambiar el actual nombre de la UIMP por el de Fernando de los Ríos, porque "la Universidad no es una calle", y porque cree que Menéndez Pelayo (cuyo nombre se incorpora a la denominación de la Universidad Internacional después de la guerra civil) debe ser asumido como el resto de los intelectuales, sean de izquierdas o de derechas. "Hay que asumir la tradición y la modernidad y, además, Menéndez Pelayo tiene muchas lecturas".De los tres años que lleva en el rectorado, este último ha sido el más polémico y difícil, aunque Morodo cree que "una operación cultural que actúe de revulsivo es lógico que reciba críticas, sobre todo de los sectores más reaccionarios de la sociedad". "Cuando la cultura se institucionaliza, se burocratiza y se convierte en algo más estático, recibe menos críticas, pero cuando se rompen determinados modelos y moldes, lo lógico es disponerse a esperar esos ataques, que incluso sirven de estímulo. Ahora bien, me parece que es justo reconocer que hemos tenido más elogios que críticas en este tiempo universitario, si hemos de ser objetivos".

Objetivo inmediato del rectorado es culminar la reforma de los estatutos de la UIMP, declarada organismo autónomo en 1980. Entre otras reformas orgánicas, se va a introducir la limitación del mandato del rector, que hasta ahora lo era por tiempo ¡limitado. "En la etapa fundacional", afirma Morodo, "los rectores desempeñaron sus cargos poco tiempo -un año Menéndez Pidal y tres Blas Cabrera- y posteriormente hubo una duración excesiva en los mandatos, con una media de diez años. Creo que cuatro años es un tiempo suficiente y así lo vamos a reflejar en los estatutos".

Eso quiere decir que el profesor Morodo puede permanecer un curso más al frente del rectorado, aunque afirma que en octubre estudiará la posibilidad de dejarlo junto con su equipo de colaboradores. "Puedo seguir un año más, pero me siento inclinado a dar paso a otros colegas y equipos con sus proyectos". Y ello en el supuesto de que no propugnase, "con otros amigos", la creación de una plataforma electoral -"que en todo caso sería de centro izquierda", precisa-, o en el supuesto de que se adscribiera, de una u otra forma, a un partido para participar en las próximas elecciones generales. "Obviamente dejaría mi puesto de rector", afirma. "No soy partidario de compatibilizar un rectorado de universidad con la función parlamentaria. No se trataría de una dimisión por discrepancias, sino por la elección de una opción y, en mi caso, función distintas. Pero, en todo caso, por el momento no tengo tomada decisión alguna al. respecto".

Una función de Estado

Gobierno y oposición han entendido y apoyado, "muy generosamente y en todo momento", la función de estado de la Universidad Intemaciorial Menéndez Pelayo, función qtie significa, según Raúl Morodo, ,tutonomía, pluralismo y no partidismo, y la característica de "fondo abierto de cultura". "El relanzamiento de esta Universidad Internacional", afirma, "implicaba, además de un aumento importante en el presupuesto (de 32 niillones en 1979 a 280 millones este año), una nueva política de dinamización y reconciliación". "'Se lo propuse al Gobierno del Presidente Adolfo Suárez, que lo aceptó muy bien, y fue ratificado por el presidente Calvo Sotelo y por los sucesivos ministros de Educación. Sólo con ese apoyo habría sido posible esta políticel de puertas abiertas y este consenso cultural ya institucionalizado".Raúl Morodo está orgulloso, por otra parte, del papel que a la UIMP le corresponde como universidad del Eiltado (desarrollados los estatutos de autonomía, sólo este centro y la Universidad a Distancia tendrán esta calificación), y destaca los convenios ya suscritos con Cataluña para intensificar los cursos de Sitges. Otro aspecto de esta "Universidad a la que he aportado, creo, una reforma ivanzada" es el carácter de sus disciplinas, ampliando su carácter literario a las ciencias sociales y a todo lo que ha traído consigo la modernidad. Así que al rector no le cabe la menor duda de que "Santander, en verano, ya es considerada la capital cultural de España, lo que es aceptado, con mayor o menor entusiasmo, por todos".

Las críticas que el actual equipo rector recibe en Santander por la ampliación de la UIMP a otras regiones o naciones, Morodo las acepta, no sin explicar que "la interregionalidad que yo he aplicado y he defendido es distinta a la que aplicaban los fundadores en los años treinta. He modernizado este concepto porque el Estado integral de la República es distinto al Estado de las autonomías que consagra la actual Constitución. Es más, creo que es un factor coadyuvante Nosotros hemos hecho un acuerdo con la Generalidad de Cataluña por el que las tres universidades catalanas firman un convenio por el que una universidad del Estado, nosotros, tiene su presencia activa en Cataluña.

Este es un paso positivo para integrar la cultura catalana con las culturas del resto de España. Estos gestos han producido en ciertos sectores de Cantabria la ímpresión de que la Universidad Internacional se les va. Pero no tienen razón: lo que estamos haciendo es potenciarla".

La autonomía de la Universidad Internacional le parece a Raúl Morodo un logro irrenunciable y necesario, al igual que su característica estatal. Pero es consciente de que este curso ha llegado al máximo de sus posibilidades en sus sedes santanderinas de Las Llamas y la península de La Magdalena. El verano e.stá siendo intenso y al centenar de cursos programados han acudido (y están acudiendo todavía) un total de 1.200 profesores, el 25 por 100 de los cuales son extranjeros, y más de 10.000 alumnos, incluidos también los 1.500 extranjeros que estudian Lengua y Filología Hispánica en Las Llamas.

"Esos son ya nuestros límites y, realmente, si queremos ir a más aquí, habría que llegar a algún tipo de convenio con las autoridades locales y regionales para buscar alojamiento y nuevas aulas", asegura Morodo.

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