Intelectuales de Granada denuncian la construcción de un hotel en la Alhambra
Más de medio centenar de personas vinculadas a la Universidad de Granada han enviado al director provincial de Cultura, Vicente González Barberán, un escrito de protesta por la construcción de un nuevo hotel, de color blanco, en el camino del Cementerio, dentro del recinto de la Alhambra-Generalife por entender que esta construcción destruye la armonía arquitectónica del hermoso recinto histórico granadino.Los firmantes denuncian el volumen excesivo del hotel y su clara visibilidad desde distintas perspectivas de la ciudad, que rompo el equilibrio del conjunto monumental y la integridad estética del paisaje.
En su instancia, los intelectuales y artistas, entre los que figuran varios catedráticos y numerosos profesores universitarios, principalmente de la Facultad de Filosofía y Letras, solicitan que la comisión provincial de Protección del Patrimonio Histórico-Artístico estudie las medidas correctoras pertinentes y, en su caso, la demolición de los pisos superiores de la edificacíón cuya ubicación deploran.
Se han entregado, asimismo, copias del escrito al Ayuntamiento de Granada y al Patronato de la Alhambra, rogándoles que tomen cartas en el asunto y eviten lo que los denunciantes considera como atentado artístico.
La iniciativa de la protesta corresponde al profesor y escritor Federico Bermudez-Cañete, secretario de la Asociación Ecologista Andalus.
El hotel en cuestión se encuentra emplazado frente a la entrada de los Jardines del Generalífe y permanece abierto al público desde su inauguración, hace unos meses.
En el siglo IX, la Alhambra era sólo uno de loscastillos que construyeron los emires de Córdoba como bastiones defcrísivos de su territorio. Pero, en el siglo XIII, Alhamar, fundador de la dinastía de los nazaríes hizo de él su residencia, lo abasteció de agua corriente mediante una compleja red de conducciones y levantó las torres de la Vela y del Homenaje.
Las aportaciones más importantes al conjunto arquitectónico de la Alhambra se deben a dos de los sucesores de Alhamar, Ismael Yusuf I y Muhaminad V, que vivieron a lo largo del siglo XV.
Después de la Reconquista, los Reyes Católicos se valieron de artífices moriscos para realizar un trabajo de restauración en su recinto, pera posteriormente, un terremoto, la rebelión de los moriscos y la explosión de un molino de pólvora que estaba situado en el lugar ocasionaron graves destrozos a la Alhambra.
Las reparaciones que se hicieron en el siglo XVII no respetaron el estilo del conjunto y, durante el siglo siguiente, La Alhambra sufrió un absoluto abandono, agravado por la parcial voladura de la fortaleza, ocupada por las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia.
Con el triunfo del romanticismo, y bajo el reinado de Isabel II, en el siglo XIX se produjo una revalonzación de esta incomparable muestra del arte musulmán español. Se realizaron entonces otra serie de restauraciones, bien que atendiendo a criterios poéticos mas que arqueológicos.
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