Renuncia del presidente de Panamá, Arístides Royo

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Algunos observadores destacaron la ausencia de Royo en este acto, aunque esto sólo sería valorado correctamente más tarde, al conocerse su dimisión.

En el cuartel general de la Guardia Nacional, se celebró poco después del entierro una reunión. del vicepresidente con los miembros del Estado Mayor, encabezados por el comandante en jefe, coronel Rubén Darío Paredes. Mientras tenía lugar esta reunión, fue anunciada oficialmente la dimisión de Arístides Royo.

La noticia corrió con rapidez entre la población. A las dos de la tarde, Panamá era una ciudad desierta en espera del comunicado oficial, que se había anunciado para la tarde, y que, en buena lógica, debía ofrecer alguna explicación sobre la renuncia del presidente.

Una emisora local informaba, sin citar fuentes, que Royo se encontraba en Costa Rica, donde habría anunciado su deseo de residir en España, en cuya Universidad de Salamanca obtuvo la licenciatura en Derecho. Royo está casado con una española. En estos momentos se recuerda que el ex presidente ya presentó su renuncia a la Guardia Nacional en agosto del pasado año, poco después de la muerte de Torrijos. El Estado Mayor se la rechazó en aquellas circunstancias, al parecer con el propósito de mantener una imagen de unidad tras la desaparición del líder indiscutible.

Las relaciones. de Royo con los militares panameños nunca fueron del todo buenas. Se sabe que al menos en una ocasión el propio Torrijos tuvo que mediar en un enconado debate entre los coroneles y el presidente. Después de sentar a las partes en torno a una mesa, Torrijos mantuvo su confianza en Royo.

Fue exclusivamente esta confianza del general la que convirtió, a Royo en presidente de su país en 1978, cuando tenía sólo 38 años.

Torrijos, que había gobernado el país por espacio de una década, anunció el repliegue de la Guardia Nacional a los cuarteles, y propuso la candidatura de Royo para presidente por la Asamblea. Su mandato debía terminar en 1984, con la convocatoria de las primeras elecciones presidenciales.

El comandante en jefe de la Guardia, comandante Paredes, ya anunció hace tres meses en Costa Rica su deseo de presentarse a estas elecciones, después de renunciar ala carrera militar. A juicio de todos los observadores, el coronel Paredes es el auténtico hombre fuerte del país.

Quien esté detrás de la dimisión de Royo es algo que quizá no se sepa antes de algunos días, pero parece obvio que se trata de una dimisión forzada. Hace sólo unos días, el ex presidente viajó a Caracas para tratar con el presidente venezolano sobre la convocatoria de una cumbre latinoamericana para replantear las relaciones con EE UU, tras la guerra de las Malvinas. Iniciativas -de este tipo- no corresponden a un presidente que esté pensando en dimitir.

Algunas fuentes mencionaban también ayer que en el transcurso de la madrugada anterior se había observado en la capital panameña gran movimiento de tropas, aunque en principio se relacionó con los actos conmemorativos de la muerte de Torrijos. Ayer se produjeron algunos cambios en la escala jerárquica de la Guardia, aunque sin afectar a los altos mandos.

El nuevo presidente, Ricardo de la Espriella, de 48 años, es un especialista de las finanzas. Se graduó en la Universidad californiana de Stanford. Ha desarrollado su actividad profesional en la banca privada antes de hacerse cargo, en 1972, del Banco Nacional de Panamá. En 1978 fue propuesto por Torrijos para acompañar a Royo en la fórmula presidencial. No está considerado como un hombre de especial relieve político dentro del país.