Todo fue manga por hombro
Otras veces, sin Mundial, hemos visto menos público que ayer en Las Ventas. Al Mundial le están echando la culpa del fracaso empresarial, y no la tiene. La gente iría a los toros, si le ofrecieran algo bueno. Pero le ponen lo peor, el espectáculo va manga por hombro, y es lógico que se quede en casa.Había mucho cemento vacío en los tendidos, mas era por la parte de sol, principalmente. En sombra, la presencia de público pasaba de decorosa, y había una verdadera invasión de extranjeros, que tampoco deben ser los del Mundial, pues se trataba de japoneses en su mayoría, y sus caras nos eran conocidas. Los japoneses ya son como de la familia, los domingos de verano en Las Ventas.
Transcurrió la novillada de acuerdo con las pocas ilusiones que el cartel había despertado en la afición; es decir, de mal en peor. Los novillejos salieron como si cada cual fuera de su padre y de su madre. Uno, con pitones destartalados para abajo; otro, con pitones igualmente destartalados, aunque para un lado; ese era una raspa; aquel, un ejemplar cuajado; el de más allá, astifino; el de más acá, cornicorto y astigordo. Bueno, sí, se trataba de novillada nada más, que puede ser de desecho de tienta y defectuosa. Pero luego venía lo de la fortaleza y de ahí no tenían nada. Todos los novillos se arrodillaron o sencillamente rodaron por la arena. Y como los novilleros, debutantes los tres, no aportaron arte, resultó una tarde plúmbea, empeorada por el calor. Todos deseábamos que ocurriera algo; por ejemplo, que alguien diera a luz en el tendido, o cosas así. Porque de ver toreo ya habíamos perdido las esperanzas.
Plaza de Las Ventas
4 de julio.Novillos de Rocío de la Cámara, muy desiguales de presencia, nobles y flojos; segundo y quinto sobreros de Bernardino Giménez, bien presentados y manejables. Julián Maestre: Tres pinchazos y media baja (silencio). Estocada baja tendida (silencio). Valentín Luján: Media perdiendo la muleta (silencio). Pinchazo y estocada corta (aplausos y saludos). Sánchez Marcos: Pinchazo hondo del que sale volteado y dos descabellos (fuerte división cuando saluda). Dos pinchazos, estocada y dos descabellos (silencio).
Los novillos embestían bien y los espadas no conseguían acoplarse. Descolló un poco Valentín Luján, y no precisamente por que manejara mejor los engaños sino porque prendió con facilidad seis pares de banderillas, mejor en el quinto. Es un esfuerzo adicional, el de banderillear que tiene su mérito, por supuesto.
Claro que cada cual hace lo que sabe, también los que quieren ser toreros. A los tres de ayer se les apreciaron intenciones de ejecutar el bueno, el ortodoxo, pero o el destino no les ha llamado por ahí, o aún les falta aprender mucho. Pues, en otro caso, la bondad de la novillada no. haría comprensibles los Achuchones que sufrieron, la completa imposibilidad de realizar las faenas en un solo terreno, las tremendas dificultades que tenían para ligar los pases; incluso, para templarlos. Cada uno de los tres tuvo su apunte, como unos redondos de Julián Maestro y otros de Luján, o el reposo de Sánchez Marcos para ejecutar las suertes, que se acentuó cuando, al estoquear a su primero, salió volteado y se incorporó tan tranquilo "sin mirarse", según se dice en la jerga.
Los picadores, a pesar de que la novillada era novilladita, y blanda, pegaron lanzazos de abrigo, frecuentemente traseros, dejaron para el arrastre que casi a los pobres animales. El segundo fue devuelto al corral, por chico y cojo, pero cuando marchó con los cabestros ya llevaba "media estocada" como consecuencia del puyazo terrible que le había pegado el picador. La sangre le chorreaba por el lomo en canalillo hacia atrás y se convertía en charco por la riñonada, del que caía un reguero hasta la arena.
En los picadores está también la muerte del. espectáculo. Amparados en la corpulencia del percherón, al abrigo del peto enorme y con la escasa fortaleza que se gastan los ejemplares que les ponen delante, ejercen un oficio de carniceros a caballo desde la más vergonzosa impunidad y desbaratan a los toros, que salen del primer tercio listos para el cachete de Agapito.
En todos los tercios fue manga por hombro la novillada y la empresa se apunta una fecha más, ignoramos si con pérdidas o ganacias, lo cual, en el fondo, nos trae sin cuidado. Pero si hay pérdidas, le echarán la culpa al Mundial. Y no es el Mundial. Es la incompetencia de todo el estamento empresarial (con muy pocas excepciones), donde no hay imaginación y cuya estrategia está anclada en la época de Manolete. Este estamento es el culpable de que la fiesta marche tal como la vemos.
La empresa debe la corrida real
El Consejo Taurino de la Diputación ha recordado a la empresa de Las Ventas que tiene pendiente la corrida prevista en contrato con. motivo de la onomástica del Rey, y al tiempo que deniega la petición de aquella para cambiar el festejo obligado del día 11 al próximo viernes, sugiere que en esta última fecha organice la mencionada "corrida real". No habrá toros en Madrid, sin embargo, hasta el domingo, en que se anuncia novillada, con reses de Apolinar Soriano para Román Lucero, Pedro Santiponce y Manolo Montes, los dos últimos debutantes. Empezará a las 19'00 horas.
Babelia
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