La manipulación de los toros
El monumental escándalo del domingo pasado en la plaza de Soria, que obligó a suspender la corrida, y le costó una enfermedad al propio presidente del festejo, fue debido a la invalidez absoluta del ganado, la cual despertó sospechas de manipulación. El ayuntamiento, reunido en sesión extraordinaria, sol[¡citó que se abra una investigación. El gobernador civil, Ramón Rodríguez, ha anunciado que se impondrá la máxima sanción, medio millón de pesetas, al empresario de la plaza y también serán sancionadas las personas que invadieron el coso taurino.
El público que normalmente acude a los festejos taurinos tiene desde hace años la sospecha de que hay fraude en lo que se refiere a la fortaleza e incluso a la agresividad de los toros. Los taurinos justifican las caídas de las reses y su aparente falta de temperamento en una supuesta degeneración selectiva del toro de lidia. Pero ya es habitual que los toros salgan pujantes al ruedo y a los pocos minutos se vuelvan inútiles, tanto más en las ferias importantes y con figuras en el cartel.
Es un comportamiento demasiado raro, que puede ser consecuencia de manipulación fraudulenta, y el Ministerio del Interior debe iniciar, con toda urgencia, una investigación a fondo, para averiguar la verdad de lo que está sucediendo en los subterráneos del mundillo taurino. Cierto taurinismo ha demostrado durante décadas que nos es trigo limpio; se sabe que ha empleado todos los procedimientos imaginables para burlar la vigilancia de la autoridad y la buena fe del público, con el objetivo permanente de restar agresividad a las reses.
Con estos antecedentes, es ridícula su pretensión de que se les considere inocentes es este turbio asunto. El toro ha podido convertirse en manso, como consecuencia de una mala selección ganadera; pero nunca en inválido y adormilado, según vemos todos los días, en la mayoría de las corridas.
Babelia
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