Víctor Ullate estrena en Granada su versión de la 'Sinfonía sevillana', de Joaquín Turina

El Ballet Clásico Nacional, dirigido por Víctor Ullate, ha estrenado en Granada, durante la XXXI edición del Festival Internacional de Música y Danza que estos días se, desarrolla en la colina de la Alhambra, la versión para danza de la Sinfonía Sevillana de Joaquín Turina, coreografiada por el propio Ullate.

El estreno, que ha tenido carácter de primicia mundial, se ha celebrado con ocasión del primer centenario del nacimiento del compositor sevillano Turina, a quien el Festival sevillano rinde este año homenaje, al igual que al granadino Angel Barrios y al ruso, Igor Strawinsky, que también nacieron en 1882."Elegí Granada como marco para el estreno mundial de la sinfonía de Turina en homenaje al pueblo andaluz, tan intuitivo y tan sensible desde el punto de vista estético" ha declarado Víctor Ullate. Por otra parte, la elección de la Sinfonía Sevillana para el Ballet Clásico se debió a un encuentro del coreógrafo y primer bailarín

con el maestro Enrique García Respecto a los recientes problemas que Víctor Ullate ha tenido con la Dirección General de Música y que llegaron a hacerle amenazar con la dimisión como director del Ballet Nacional, el bailarín ha dicho que "se encontraban en relación directa con mi trabajo como coreógrafo, a causa de que no se me querían reconocer los derechos que este genera, pero por fortuna ya están solucionados".

Precisamente, el problema surgió a partir de la coreografía de la Sinfonía Sevillana, de la que Ullate se muestra particularmente satisfecho, pero de la que "en principio no se había incluído ninguna cláusula en mi contrato que hiciera referencia a los derechos y garantías coreográficas del montaje".

Aparte del estreno de la sinfonía de Joaquín Turina, la doble actuación del Ballet Clásico Nacional ha incluído en sus programas Galanterías del Rococó, con coreografía de Uwe Scholz sobre música de Mozart; Suite de Haydn, coreografiada por Ullate; Cantata 51, de Bach, con coreografía de Maurice Béjart; Contrastes, de Bela Bartok, coreografiada por Magüi Marín;y Paso a dos en blanco de SaintSaens, Rapsodia sinfónica de Turina, Albaicín de Albéniz y Rapsodia húngara de Ernesto Halffter, todas ellas coreografiadas por Ullate.