Londres lamenta el relevo
Alexander Haig era considerado en Londres como un amigo de Europa y del Reino Unido, y los medios políticos británicos han lamentado su dimisión. La primera ministra Margaret Thatcher no ha hecho ningún comentario oficial sobre el tema.Haig había intentado mediar en la crisis de las Malvinas, y tras su fracaso diplomático había volcado a Estados Unidos del lado británico. Algunos observadores apuntan, sin embargo, que las relaciones entre el Foreign Office y el Departamento de Estado se habían deteriorado y que en los últimos días la diplomacia estadounidense quería implicar a Argentina en el futuro de las Malvinas.
"Son malas noticias piara la alianza occidental", comentó ayer el diario conservador The Daily Telegraph, apuntando a la amplia experiencia internacional de Haig especialmente en las relaciones con los aliados europeos de Estados Unidos.
El sucesor de Haig, George Shultz, se encontraba en Londres en viaje de negocios cuando fue anunciado su nombramiento, "algo repentino", según sus únicas declaraciones a la Prensa. Ayer regresó a Washington. Dados los contactos comerciales de Shultz con Arabia Saudí, se piensa en Londres que su política en el Oriente Próximo será más pro árabe que la de su antecesor.