Escasa armonía entre las asociaciones de padres de alumnos y los profesores

Las asociaciones de padres de alumnos, además de tropezar con una legislación que no favorece su participación efectiva en la gestión de los centros, chocan frecuentemente con la suspicacia de muchos claustros de profesores, que se muestran excesivamente celosos de su exclusiva competencia educadora, según se puso de relieve en un coloquio convocado por la Secretaría de Acción Social del PSOE.

El acto tuvo lugar el pasado jueves en el Instituto Municipal de Educación, con motivo de la presentación de la segunda edición del libro Los padres y la escuela. Intervinieron el diputado socialista Ciriaco de Vicente; Victorino Mayoral, delegado federal de Educación del PSOE, y representantes de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), de Acción Educativa y del Movimiento de Escuela Popular.Ciriaco de Vicente ponderó el eco suscitado por Los padres y la escuela, único título de la serie Cuadernos de Política Sectorial que alcanza una segunda edición, y dijo que este libro, junto con la proposición no de ley sobre elecciones de representantes de los padres, simboliza "la nueva dimensión de la política educativa del PSOE, más atenta a la conexión entre la educación y los movimientos sociales".

Por su parte, Victorino Mayoral contrapuso las iniciativas legislativas del PSOE, encaminadas a propiciar la participación de los padres en la gestión de los centros, con la "inhibición de la Administración, cuando, no una verdadera contradicción, como la que representan las normas sobre constitución de los órganos colegiados que se han aplicado este curso y que han entorpecido la participación de los padres". "En este contexto", añadió, "habría que situar la iniciativa ministerial de crear un programa de formación de padres, que refleja una filosofía dirigista, basada en la idea de que los padres tienen. que ser formados antes de participar".

Francisco Lara, director de un colegio público del madrileño barrio de Palomeras, contó la experiencia de autogestión que viene realizándose en este centro frente a toda clase de recelos y suspicacias de la Administración, y Carmina Ferrero, concejala de Educación del Ayuntamiento de Leganés, reivindicó la participación de los padres, como única forma de garantizar que los servicios educativos están realmente conectados con las verdaderas necesidades. Coincidente con ella, Lola Requena, representante de Acción Educativa, expuso toda una serie de ámbitos concretos para la actuación de los padres en la escuela, que son frecuentemenete ignorados por la "educación institucional".

Finalmente, Mario Rodríguez, dirigente de la CEAPA, puso de relieve el inexplicable clima de tensión en que se desarrollan frecuentemente las relaciones entre las asociaciones de padres y los claustros de profesores, idea en la que coincidieron la mayor parte de los asistentes al coloquio, casi todos ellos dirigentes de asociaciones de padres.