Fracasan las negociaciones para evitar una sangrienta batalla en Beirut

La negociación tendente a evitar la batalla de Beirut entre el Ejército israelí y las fuerzas palestinas ha fracasado tras el desmoronamiento, ayer, de¡ Comité de Salvación Nacional libanés, supergobierno de Líbano y único órgano que permitía a la Administración norteamericana dialogar indirectamente con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Walid Joumblatt, representante del Movimiento Nacional (izquierda) anunció ayer durante una dramática conferencia de Prensa su dimisión del Comité de Salvación Nacional, integrado por los seis líderes de las principales fuerzas políticas libanesas, al tiempo que vaticinó: "Beirut será destruida".Con su dimisión, seguida por la del primer ministro, Chafic Wazzan, y la de los diez ministros musulmanes del Gabinete libanés en protesta por la ocupación israelí, deja de funcionar una pieza clave del engranaje negociador y parece confirmarse la opción militar de Israel contra la capital de Líbano, preparada a lo largo de las últimas 48 horas por bombardeos prácticamente ininterrumpidos por tierra, mar y aire contra Beirut.

El líder de la izquierda libanesa calificó al comité en su conferencia de Prensa de "empresa de pompas fúnebres encargada de enterrar al pueblo libanés y palestino".

Walid Joumblatt afirmó que el Movimiento Nacional, que reagrupa a toda la izquierda libanesa que ha combatido junto a los palestinos, había aconsejado a los dirigentes de la OLP que se rindan "pero no se deciden a hacerlo... Pobres gentes, creen que queda alguna esperanza, y Yasir Arafat -líder de la OLP- intenta ganar tiempo porque espera un milagro... Su dirección tiene que resolver el siguiente dilema: rendición sin condiciones, o suicidio colectivo, y mientras se decide si los israelíes destruyen Beirut, casa por casa" .

"La OLP está acabada"

"La OLP está acabada", agregó Joumblatt con lágrimas en los ojos, "y su dirección tiene que enfrentarse con la realidad. Más le vale irse de Beirut, pero saldrá a la luz otra OLP, mucho más radical, que practicará el terrorismo contra los regímenes árabes y después contra Occidente. Los Gobiernos de Occidente han perdido una gran oportunidad de dialogar con unos palestinos moderados".

Tras el anuncio de las dimisiones en cadena y mientras la aviación israelí atacaba intensamente a posiciones palestinas al sur de la capital, el centro de Beirut volvió a recobrar ayer a mediodía el aspecto desierto y abandonado de sus peores días de crisis.

En un último intento de llegar a una solución honorable del conflicto, prometida a la OLP, por el emisario norteamericano para Oriente Próximo, Philip Habib, la dirección palestina ha efectuado, tras el rechazo israelí de sus anteriores propuestas, una nueva concesión consistente en renunciar a exigir una retirada del Ejército israelí a cinco kilómetros de Beirut previa al inicio del desarme de los fedayin.

Yasir Arafat, que se entrevistó en la noche del jueves al viernes con el primer ministro libanés y sus dos aliados, Walid Joumblatt y Nabih Berri -el dirigente de los chiítas libaneses- comunicó, antes de que dejase de funcionar el Comité de Salvación Nacional, un nuevo plan palestino para evitar la batalla de Beirut que éstos transmitieron a Philip Habib, quien a su vez lo someterá a la aprobación del Tel Aviv.

Plan de Arafat

El plan de tres puntos prevé, según versiones concordantes de la Prensa libanesa:

1) Reagrupamiento de los palestinos armados en tres campamentos de refugiados situados en la periferia sur de Beirut a cambio de una garantía, probablemente norteamericana, de no ser atacados por el Ejército israelí.

2) Despliegue del Ejército regular libanés o de una fuerza internacional entre los campamentos palestinos y las posiciones israelíes.

3) Inicio de una negociación entre la OLP y el Estado libanés para llegar a un acuerdo sobre el desarme de los fedayin.

La central palestina parece, sin embargo, cada vez más propensa a aceptar su desarme, pero desea salvar la cara, conservar en Líbano una presencia militar simbólica integrada al Ejército libanés y sometida a su autoridad como la brigada palestina Ain Jallut del Ejército egipcio, señalan fuentes allegadas a la OLP.

Por temor a que, aprovechando la debilidad de las fuerzas armadas libanesas, las brigadas palestinas en Líbano adquieran cierta autonomía, Israel, que pretende aparentemente un desarme incondicional de los fedayin, rechazará probablemente el nuevo plan de la OLP, opinaron ftientes diplomáticas. En el terreno militar, la presión mantenida estas últimas 48 horas mediante bombardeos constantes de Beirut, ha permitido al Ejército hebreo roer algunas posiciones palestinas, sobre todo en torno al aeropuerto de la capital, virtualmente bajo control israelí desde el jueves por la noche. El principal éxito militar israelí se sitúa en la montaña, entre diecisiete y 35 kilómetros al este de Beirut, donde el Ejército hebreo ha conseguido reducir a los sirios.