El tema pesquero, único punto de desacuerdo en las relaciones hispano-canadienses

El primer ministro canadiense Pierre Trudeau espera un incremento de la cooperación económica con España y la creación de empresas conjuntas en la nueva fase de las relaciones hispano-canadienses que se deben iniciar con su visita, la primera a nivel de jefes de Gobierno que se celebran entre los dos países. Al término de sus contactos oficiales en su viaje a España, Trudeau expresó también su interés por el fomento de las relaciones bilaterales en todos los campos y calificó la cultura española como "una de las más grandes del mundo".

Para el primer ministro canadiense, el acuerdo pesquero pendiente de ratificación es el único tema de desacuerdo entre España y Canadá, y, superado el mismo, está convencido de que las relaciones entre Madrid y Ottawa entrarán en una nueva etapa mucho mas activa que hasta ahora, en todos los terrenos de la cooperación bilateral.En conferencia de Prensa, antes de concluir sus contactos oficiales en Madrid, Pierre Trudeau señaló ayer que la vinculación de España a la OTAN no condicionará las relaciones bilaterales con Canadá, y en todo caso el caracter de nuevos aliados servirá para intensificar los contactos a todos los niveles entre los dos países.

Trudeau, que contestó en francés e inglés a los informadores, dedicó la mayor parte de su intervención al análisis de la situación internacional.

En este sentido, el primer ministro canadiense señaló que en la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará los días 10 y 11 en Bonn, hará una propuesta de reducción de armamento nuclear, para evitar una confrontación bélica de consecuencias apocalípticas. Pero a su juicio la Unión Soviética no aceptará una reducción de armamento técnico-estratégico.

Para Trudeau la mejor esperanza de paz que puede ofrecer al mundo la Alianza Atlántica lo constituyen sus cuarenta años de existencia, en los que ha evitado una confrontación bélica entre el Este y el Oeste.

Las Malvinas, Oriente Medio y las resoluciones de la ONU

Trudeau evitó una opinión frontal a la pregunta sobre el apoyo español a Argentina en el contencioso de las Malvinas, siendo como es ya España un país miembro de la OTAN. "Por lo que sé, todos los países de la OTAN han aceptado las resoluciones de las Naciones Unidas sobre ese conflicto", fue la escueta salida del primer ministro canadiense, quien fue mas explícito al comentar la grave situación existente en Oriente Medio, como consecuencia de la invasión israelí del sur del Líbano.Trudeau volvió a hacer referencia a las resoluciones de la ONU para situar este problema, y añadió que "hay muchas acciones de Israel que preocupan mas a sus amigos que a sus enemigos".

En su segundo día de estancia en Madrid, el primer ministro canadiense se entrevistó a primera hora de la mañana de ayer con el líder de la oposición y secretario general del PSOE, Felipe González,, en encuentro calificado de "muy cordial" y en el que ambos abordaron temas de política nacional e internacional.

El dirigente socialista se refirió al carácter personal de la entrevista, no vinculada a su condición de miembro de la Internacional Socialista, y subrayó el interés mostrado por Trudeau por conocer los problemas españoles y la situación política.

La integración española en la Alianza Atlántica fue tratada superficialmente en el encuentro, así como las conclusiones de la reciente cumbre de Versalles.

Al término de la entrevista, Felipe González diría: "Nadie me ha demostrado las ventajas de entrar en la OTAN y yo si he apuntado algunos de sus inconvenientes", sin entrar en detalles del contenido de su entrevista con el dirigente canadiense.

Después de esta entrevista, Pierre Trudeau se trasladó al Palacio Real, donde fue recibido en audiencia, durante una hora, por el Rey don Juan Carlos. Posteriormente, el primer ministro canadiense visitó el museo del Prado y el Casón del Buen Retiro, donde se exhibe el Guernica de Picasso.

Nuevo encuentro con Calvo Sotelo

A mediodía, Trudeau ofreció un almuerzo, en el hotel donde se hospeda, al presidente del Gobierno español, Leopoldo Calvo Sotelo, y al que asistieron también los presidentes del Congreso y del Senado, Landelino Lavilla y Cecilio Valverde, respectivamente, los ministros de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, y de Cultura, Soledad Becerril, así como el capitán general de la I Región Militar, teniente general Ricardo Arozarena, el director del museo del Prado, Federico Sopeña, el director general de Bellas Artes, Alfredo Pérez de Armiñán, el subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro, y el director general de Relaciones Pesqueras Internacionales, Juan Prat, entre otros invitados.En un rincón de la mesa, el pequeño Michel Trudeau, de seis años de edad, el hijo menor del primer ministro, comentaba su visita a Madrid con la bailarina Lucero Tena, invitada al almuerzo. Era la nota humana de la reunión, con las miradas de simpatía y las sonrisas de los asistentes al pequeño Trudeau, acompañante de su padre en esta su gira internacional a París, Madrid y Bonn.

Por la tarde, Pierre Trudeau, acompañado de su hijo Michel y de un reducido grupo de la delegación con la que viajó a España, se trasladó a Granada, en visita turística de carácter privado que concluirá mañana.

A mediodía, Trudeau regresará a Madrid y desde el mismo aeropuerto de Barajas continuará viaje a Bonn, donde asistirá mañana y pasado a la cumbre de la OTAN, presidida por los jefes de Estado o Gobierno de los dieciseis países miembros. En Barajas, el primer ministro canadiense será despedido oficialmente por el presidente del Gobierno y varios ministros.

Calvo Sotelo y Trudeau tendrán ocasión de seguir sus contactos de estos dos días en Madrid, durante la reunión de la OTAN en Bonn, a la que asistirá el jefe del Ejecutivo español.