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Negociación EEUU-URSS sobre desarme

Laconismo soviético ante la reanudación de las conversaciones de Ginebra

Con bastante laconismo -muestra quizá de escaso entusiasmo- la Prensa soviética ha anunciado que las conversaciones sobre armas estratégicas (START) se iniciarán, por fin, a finales de este mes en Ginebra. De momento, ningún comentario.A pesar de la insistencia con que los soviéticos han venido reclamando la apertura de estas negociaciones, los dirigentes de la URSS no han escondido su desconfianza respecto a la falta de sinceros deseos de llegar a un acuerdo por parte de Estados Unidos.

En medios oficiosos soviéticos la desconfianza se mezcla con cierto resabio histórico: muchos recuerdan aún los precedentes de las START (acuerdos SALT I y SALT II), que han ido aparcándose en vía muerta durante los últimos diez años.

Dentro de este contexto se comprende el escaso entusiasmo del Kremlin por estas negociaciones cuya necesidad ha venido predicando durante el último año y medio. Los dirigentes de la URSS han repetido, desde que a finales del pasado noviembre se iniciaron las conversaciones de Ginebra sobre armas euroestratégicas, que para avanzar en el camino del desarme era necesario retomar el abortado debate sobre armamento nuclear estratégico.

Posiblemente, la causa del recelo de Moscú sea el lentísimo ritmo llevado por las conversaciones sobre armas euroestratégicas, del cual, según las autoridades soviéticas, es culpable Washington.

En un discurso pronunciado el 17 de mayo pasado frente al congreso del Komsomol (Juventudes Comunistas), el propio líder soviético, Leónidas Breznev, daba muestras de su desencanto y desconfianza frente a Estados Unidos.

Al final de dicho discurso Breznev dibujaba tres puntos, de los que, según él, dependía el éxito de las negociaciones START.

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El primero estaba especialmente impregnado de recelo: para que se llegue a un acuerdo, subrayaba, debe existir una, voluntad de reducir y limitar las armas estratégicas, en vez de intentar que las conversaciones START sirvan "de cobertura a la continuación de la carrera armamentista y a la ruptura de la paridad existente".

En segundo lugar, destacaba el líder soviético, ambas partes deberán tener en cuenta Ios intereses legítimos de la seguridad mutua" y estar "rigurosamente de acuerdo con los principios de igualdad y seguridad recíproca".

Por último, en aquella ocasión Breznev advirtió sobre la necesidad de conservar los resultados positivos obtenidos hasta el momento, es decir, los acuerdos SALT rechazados por el Senado de Washington.

El tiempo juega en contra de los soviéticos, ya que la OTAN sigue dispuesta a desplegar los euromisiles el próximo año. El deseo soviético de que los americanos interrumpan su nuevo plan de armamentos se ha visto también frustrado: Washington no ha respondido a la oferta de Breznev de congelar los arsenales y la proyección, construcción y despliegue de nuevas armas; nucleares estratégicas antes del inicio de las conversaciones START.

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