Los ministros de Exteriores de la OTAN tratan de mejorar las relaciones con EE UU
Los ministros de Asuntos Exteriores de los quince países miembro de la Alianza Atlántica, reunidos en Luxemburgo para la sesión de primavera de la OTAN, acordarán hoy probable-mente celebrar reuniones informales fuera del marco estricto de la Alianza para mejorar la comunicación entre Estados Unidos y sus aliados europeos.
El acuerdo, reclamado desde hace tiempo por la República Federal de Alemania (RFA), estaríajustificado por las tensiones existentes en la OTAN, puestas de manifiesto nuevamente ayer a propósito de la futura declaración de Bonn.La reunión de ayer se inició con una amplia exposición del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, quien detalló el contenido de las propuestas del presidente Ronald Reagan para el inicio de las conversaciones Start (reducción de armas nucleares intercontinentales) con la Unión Soviética.
Los aliados esperan una respuesta de Moscú esta misma semana y estiman que, aunque la reacción del Krenilin será muy crítica, Leónidas Breznev aceptará sentarse a la mesa de negociaciones. En los pasillos del centro europeo de Luxemburgo se hablaba incluso de una posible entrevista Haig-Gromiko en fechas próximas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos y de la Unión Soviética ya se entrevistaron en eneiro pasado en Ginebra, coincidiendo con las negociaciones sobre desarme celebradas entre ambos países. La mayor parte de los debates se centró, sin embargo, en la, pteparación de la cumbre de Bonn, que reunirá el próximo 10 de junio a los jefes de Gobierno y de Estado de los quince (dieciséis Estados miembros, España incluida).
Alexander Haig expuso el deseo norteamericano de realizar una solemne declaración de advertencia hacia la Unión Soviética y de revisar el contenido actual del concepto de distensión, propuesta que levanta grandes temores en la República Federal de Alemania.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, realizó a su vez una amplia intervención para reafirmar el apego de su país al proceso de Helsinki y a las bases de distensión formuladas entonces. Para Bonn, la principal tarea de la Alianza Atlántica en estos momentos es rehacer su imagen de coherencia y unidad y evitar dar "señales equivocadas o malas señales" a la Unión Soviética. La Alianza Atlántica, dijo el ministro alemán, debe evitar cualquier incertidumbre sobre su comportamiento en caso de agresión o de desestabilización, pero también debe reafirmar su voluntad de organizar el diálogo entre el Este y el Oeste.
Genscher insistió repetidamente sobre el hecho de que la OTAN debe dar una señal de su voluntad de proseguir en el camino de la distensión y de organizar o articular una política que, sobre la base de su decidido espíritu de autodefensa, tenga por objetivo esa distensión. En los debates de ayer se pudo plantear por parte de Washington y de Londres el agotamiento del proceso de Helsinki (Conferencia de Cooperación y Seguridad), mientras que Bonn se sigue aferrando a él y París se aproxima a las ideas de Estados Unidos con ciertas matizaciones. La RFA desearía que, en cualquier caso, la polémica interna siga abierta y que la cumbre de Bonn no signifique un cambio sustancial en el actual esquema de relaciones Este-Oeste.
Apoyo al Reino Unido
Por otra parte, los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN volvieron a expresar ayer al Reino Unido su "apoyo total" en el conflicto con Argentina a propósito de las, islas Malvinas. El pasado día 7, los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica habían condenado la intervención armada de Argentina en las Malvinas y pidieron "una solución negociada aceptable para todas las partes". Sin embargo, los portavoces oficiales de las representaciones nacionales en la OTAN mantienen un silencio total sobre los aspectos militares de la situación en el Atlántico sur.Un funcionario británico que asiste a la reunión señaló ayerque no se había hablado en ningún momento de una posible "ayuda logística de EE UU a Londres".
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