Peter Weiss, intelectual comprometido con su tiempo, murió ayer de forma repentina en Suecia, su tierra de exilio
El dramaturgo y novelista Peter Weiss, alemán, nacionalizado sueco, uno de los grandes innovadores del teatro de las últimas décadas, falleció ayer en su casa de Estocolmo, a los 65 años de edad. La vida cultural y los medios políticos de Estocolmo fueron sacudidos con la noticia de la repentina desaparición del autor de Marat-Sade y la versión de El proceso, de Kafka, conocidas en España; un nuevo montaje de la última obra se representa actualmente en el teatro Dramático Real de Estocolmo.
Afincado en Suecia desde fines del año 1939, donde alternó la creación literaria con la pintura y el grafismo, encontró en este país una nueva patria no solamente en el aspecto formal -había obtenido la ciudadanía sueca en el año 1945- sino en el más hondo de los afectos y de encontrar un ámbito de trabajo para sus inquietudes de intelectual polifacético.La compenetración con el medio sueco tuvo otras connotaciones en la vida de Peter Weiss, ya que aquí contrajo matrimonio con Gunilla Palmstiern, una escenógrafa sueca con la que compartió además sus inquietudes teatrales. En Suecia la figura de Peter Weis era querida y respetada, no solamente en el ambiente intelectual, sino también en los ámbitos políticos aún por aquellos que no compartían algunas de sus opiniones.
Nacido en Berlín el 8 de noviembre de 1916, de padre alemán, y madre judía, como tantos otros intelectuales de su época debió exiliarse cuando el ascenso del nazismo al poder. Antes de establecerse en Suecia residió en Praga entre los años 1936 y 1938 donde estudió arte en la academia de aquella capital. En Suecia se dedicó a la pintura -recientemente se había efectuado una exposición de sus cuadros-, a escribir obras de teatro y novela, haciendo incursiones también en experiencias cinematográficas a partir de 1952. Pese a que aprendió el idioma sueco al punto de que tradujo al alemán La señorita Julia de Strinberg, escribía sus obras en alemán.
Contra el imperialismo
En 1965 tuvo lugar en el teatro Dramaten de la ciudad de Estocolmo el estreno de su obra Marat-Sade, que posteriormente fue representada en diversos escenarios del mundo con singular éxito. Como escritor comprometido con la realidad de su tiempo, que había sido marcado en su juventud por la experiencia del nazismo, Weiss tomó parte activa en apoyo de los movimientos de liberación en los países del Tercer Mundo. La guerra del Vietnam, que tanta repercusión tuvo en los medios intelectuales de Suecia, contó con él como un decidido partidario de la causa del pueblo vietnamita. De esa época data su Discurso sobre la larga guerra en Vietnam, un alegato contra los sucesivos imperialismos que agredieron a dicho pueblo. Fruto de ese compromiso fue también su artículo de homenaje póstumo a Ernesto Che Guevara.
En Suecia escribió también Estética de la resistencia, una novela en tres tomos, el primero de los cuales apareció en 1978 y el último recientemente. Se trata de una novela en cierta medida autobiográfica, en la que los personajes de ficción se mezclan con personajes históricos y en la que el autor expresa una cierta decepción ante la impotencia de la izquierda para superar antagonismos y oponer una barrera más sólida al advenimiento del nazismo. Si bien las referencias más concreta! están referidas a la experiencia nazi, el análisis va bastante más lejos y abarca posteriores frustraciones de la izquierda intelectual europea. A pesar de que nunca abdicó de su espíritu crítico frente a distintas experiencias sociales como la revolución soviética, su crítica no le llevó nunca a situarse en campo enemigo y, en términos generales, se mantuvo consecuente con las; ideas socialistas. En los últimos tiempos había escrito una obra de teatro, titulada Nuevo proceso, basada en la obra de Kafka que era en cierto modo una recreación de ésta. Fue su último trabajo para el teatro en Suecia, ya que había sido estrenada recientemente.
Por toda esta tarea, la personalidad de Weiss tuvo una profunda influencia en la vida literaria y política de Suecia y su muerte, acaecida cuando contaba 65 años, ha creado verdadero sentimiento de pesar.
Babelia
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