La Junta Militar se prepara para la guerra en el sur de Argentina

La Junta Militar argentina anunció ayer que "se prevén operaciones militares en el área de las islas Malvinas dentro de las próximas veinticuatro o 48 horas, e intensificó los preparativos de guerra en el sur del país, ante lo que parece un inevitable conflicto bélico con el Reino Unido en el Atlántico austral.El comunicado del triunvirato militar se difundió unas horas después de que se conociera la decisión británica ¿le declarar el bloqueo naval y aéreo alrededor del archipiélago en litigio a partir de las ocho horas de mañana viernes, hora argentina. Una propuesta de paz formulada por el presidente norteamericano, Ronal Reagan, había sido rechazada el martes por la Junta Militar, que consideró "inaceptables los términos de la misma".

Los detalles de la propuesta norteamericana no fueron revelados, pero pudo saberse que no reconocía la soberanía argentina sobre las islas del Atlántico sur y que incluía el derecho a la autodeterminación de los malvinenses. La propuesta fue presentada a la Junta Militar por el embajador norteamericano en Buenos Aires, Harry Shlaudeman, después de que el general Galtieri hubiese descartado la oferta del secretario de Estado norteamericano de viajar esta semana a la capital argentina.

Un ataque inglés contra las islas Malvinas se conisideraba como inminente en medios oficiales argentinos, que continúan asegurando que todavía hay, resistencia armada en la isla de San Pedro. Un grupo de aproximadamente cien comandos, conocidos como los lagartos, expertos en lucha antiguerrillera y equipados con material sofisticado, estaría hostigando a los británicos desde el interior de esta isla, la principal del archipiélago de las Georgias, según estas informaciones, que hablan de un elevado número de bajas por ambas partes.

Las autoridades militares argentinas dieron un plazo de 48 horas a todos los periodistas extranjeros para abandonar las ciudades del sur del país, desde Bahía Blanca hasta Río Gallegos, y concentrarse en Buenos Aires. Esta sorprendente medida, que causó las protestas del más de un centenar de reporteros extranjeros que cubrían la crisis desde esos observatorios, fue justificada para "evitar la difusión de noticias de carácter operacional al exterior, vulnerando elementales principios de seguridad".Un-centro de Prensa, pomposamente denominado Centro de Enlace entre la Prensa Extranjera y el Estado Mayor Conjunto, fue establecido en el hotel de esta capital donde se aloja la mayoría de los enviados especiales. Hasta el momento, la única actividad del citado centro, que coordina toda la información oficial, se ha limitado a la difusión de los breves comunicados de la Junta Militar, que se emiten casi a uno por día.

Los tres periodistas británicos detenidos hace dos semanas y acusados de espionaje siguen, mientras tanto, bajo investigación judicial y privados de libertad en el sur del país.

Por otra parte, la votación de dieciséis signatarios del Tratado de Río de Janeiro a favor de una resolución en la que se reconocen los derechos argentinos a la soberanía sobre las islas australes y se pide la retirada de la flota de guerra británica fue recibida con relativo alborozo en Buenos Aires, donde se había confiado en obtener un documento más duro.