La crítica de las ciencias humanas es el tema de nuestro tiempo, según el congreso de filosofía de Oviedo
La apertura, ayer en Oviedo, del primer congreso de Teoría y Metodología de las Ciencias puso de relieve la necesidad de intensificar la celebración de encuentros interdisciplinares sobre cuestiones metodológicas y de fomentar, estudios e investigaciones sobre teoría de la ciencia. Son éstos justamente los objetivos que persigue el congreso, cuyos organizadores parafrasean a José Ortega y Gasset al afirmar que la crítica de las ciencias humanas es "el tema de nuestro tiempo" de la misma manera que en la Ilustración la crítica de la religión constituyó la principal actividad filosófica.
En la actualidad, el cometido principal de la filosofía de la ciencia es la crítica de las ciencias humanas, crítica que exige una previa concepción general sobre la naturaleza de las ciencias. Por ello, el congreso abarca deliberadamente un ambicioso espectro de disciplina que posibilita la comparación de la potencia y las limitaciones de esos dos cuerpos de ciencias que aparecen ante el espectador como dos culturas distintas y enfrentadas.De las teorías de la ciencia actualmente en voga, se encuentran representadas en Oviedo, el enfoque semántico del que el filósofo argentino Mario Bunge es uno de los máximos representantes; el cierre categorial de Gustavo Bueno; el racionalismo crítico, defendido por algunos seguidores de Popper y otras como las presentadas por Carlos París, catedrático de antropología de la Universidad Autónoma de Madrid, y Miguel Angel Quintanilla, de la Universidad de Salamanca.
Mario Bunge, profesor de filosofía de la Ciencia de la Universidad Mc Gill de Montreal (Canadá), considerado por muchos autores como la figura mundial más relevante en este campo de conocimientos, pronunció en la mañana de ayer la primera conferencia, titulada Epistemología de las ciencis naturales: la psicología de la ciencia natural, en la que afirmó que las relaciones entre ciencia y filosofía son particularmente notorias en el caso de la psicología, aunque solo sea porque ésta se apropió de un tema central de la metafísica tradicional: el de la naturaleza de la psíque y sus relaciones con el cuerpo. Tres filosofías distintas (idealista, positivista y materialista) inspiran otros tantos enfoques que difieren tanto por la ontología subyacente, como por sus objetivos y sus métodos: el mentalista, el conductista y el biológico.
Conclusiones de Bunge
Bunge considera limitado el enfoque conductista al excluir todo lo mental. Afirma que se contenta con describir lo que observa, sin interesarse por entender. Con todo, argumenta que el conductismo es una madre -soltera porque nunca quiso contraer nupcias con la neurofisiología- de la psicología plenamente científica que se encuenta en estado de gestación. En cuanto al enfoque mentalista estima que no resuelve ningún problema por ignorar el sistema nervioso. La base de todo el mentalismo reside, en su opinión, en el dualismo mente-cuerpo, considerando lo físico y lo mental como sustancia hetereogéneas. El dualismo, agrega, no es científicamente viable, pues sus hipótesis son imprecisas y estériles.El filósofo argentino sostiene, en conclusión, que sólo el enfoque psicobiológico es plenamente científico. Las hipótesis típicamente psicológicas, que encierran variables físicas, químicas, microfisiológicas, macrofisiológicas, conductuales y psicológicas, poseen una estructura formal solo compatible con el morismo materialista que sirve de base al enfoque neuropsicológico. Este enfoque, concluye, se ve confirmado por la biología evolucionista.
Ciencia y complejo cultural
Por la tarde, Carlos París desarrolló la ponencia titulada Posición de la ciencia en el complejo cultural. El acto inaugural del congreso estuvo presidido por Gustavo Bueno, decano de la Facultad de Filosofía, Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, quien se refirió a la temática a debatir durante los próximos días y a la destacada categoría de los participantes. Graciano García, director de la Fundación del Principado de Asturias, justificó el patrocinio dado por esta entidad cultural al congreso, en la letra y en el espíritu que inspiraron su creación: el apoyo a quienes hacen de la ciencia y la cultura el norte de sus vidas. "Así", agregó, "entiende la Fundación que debe expresarse hoy la centenaria vinculación entre el Príncipe de Asturias y esta región, cuyo título ostenta".Alberto Hidalgo, presidente de la Sociedad Asturiana de Filosofía, puso de manifiesto la voluntad de los organizadores de dar continuidad a este tipo de encuentros científicos y filosóficos para debatir cuestiones metodológicas y epistemológicas. Reconoció que el congreso actual abarca un espectro demasiado amplio al marcar la pauta del interés que la teoría de la ciencia tiene por todas las ciencias y anunció que el próximo se centrará más específicamente en Ias candentes cuestiones epistemológicas que plantea la biología en sus diversas ramas (microbiología, genética, etología, sociobiología etcétera).
Filósofos españoles
En el congreso se espera la participación, durante los próximos días, de los filósofos de mayor prestigio dentro del pensamiento español, tales como Emilio Lledó, Javier Muguerza y Manuel Garrido; de filósofos jóvenes como Miguel Angel Quintanilla, San Martín Esplugues, Alfonso García Suárez, Luis M. Valdés, Juan Ramón Alvarez, Vidal Peña, Alberto Hidalgo, Velarde Lombraña, Tomás R. Fernández, Miguel Ferrero y Santiago González Escuedero y de físicos como Antonio Fernández Rañada y Garcí Velarde; del geógrafo Horacio Capel y del psicólogo Seoane, entre otros.José María Laso Prieto, representante de El basilisco, revista de filosofía, ciencias humanas, teoría de la ciencia y de la cultura, en el congreso, afirmó ayer que éste es el más importante de su género jamás realizado en España.
Babelia
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