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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

Un grupo de familiares de los procesados abandonó la sala por las manifestaciones del director general de la Guardia Civil

La 27ª sesión de la vista que se sigue contra los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero se produjo un incidente al abandonar la sala una treintena de familiares de aquéllos, en protesta por las afirmaciones del director general de la Guardia Civil, general Aramburu Topete, quien en sus declaraciones dijo que eran unas calumnias las manifestaciones hechas por algunos procesados en el sentido de que, aquél, en la noche del 23-F, cuando uno de los guardias civiles ocupantes del Congreso le dijo que el terrorismo les estaba inatando uno a uno, habría respondido: "pues mejor". Después del descanso de media mañana, los familiares de los procesados volvieron a oci> par sus asientos en la sala. No asistieron a la vista, por motivos de salud, el teniente coronel Tejero, el capitán Dusmet y el civil Juan García Carrés.Viene de la página 14

Cuando fue llamado a declarar, el director general de la Guardia Civil vestía uniforrne propio de su rango sin fajín y portaba una cartera de piel marrón. Ramón Hermosilla, defensor de Armada, al iniciar el interrogatorio de Aramburu Topete, le preguntó si cuando Armada llegó al hotel Palace con el fin de dirigirse luego al Congreso, para negociar con sus ocupantes, estaba debidamente autorizado. El declarante dijo que sí, que antes de que el general procesado llegara al mencionado hotel, el teniente general Gabeiras se puso en contacto con él para decirle cómo había enviado a Armada para allí. Añadió que acompañó a éste hasta la verja del Palacio de las Cortes, donde fueron recibidos por un oficial, que sólo permitió la entrada al recinto al general Armada. Dijo también que, aunque estaba a un metro de distancia no oyó que el procesado pronunciara ninguna consigna para franquear la verja.Declaró Aramburu Topete que Armada estuvo en el Congreso alrededor de tres cuartos de hora y que al salir le dijo que su gestión había fracasado. A una pregunta del abogado Hermosilla, el director de la Guardia Civil reconoció que era cierto que Armada le dijo, antes de entrar al Congreso, que la gestión que iba a realizar ante Tejero era a título personal y para terminar con la ocupación.

-Hermosilla: ¿Dijo el general Armada que había que evitar acciones de fuerza?

-Aramburu: Yo telefoneé al director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, en aquel momento presidente del Consejo de Secretarios de Estado y Subsecretarios que se formó, para decirle que había que demorar cualquier acción de fuerza a fin de evitar una masacre.

Tejero invocó su nombre

El declarante indicó luego que en la mañana del 24 de febrero el general Armada volvió al Congreso, debidamente autorizado, para negociar las condiciones de rendición de sus ocupantes, como pudo comprobar tras sendas llamadas telefónicas al presidente de la JUJEM y a Francisco Laína.

Tomó luego la palabra el letrado Francisco López Silva, defensor del coronel Manchado, quien quiso saber si a las ocho menos diez de la noche del 23-F le llamó a su patrocinado para pedirle explicaciones sobre las fuerzas que participaron en el asalto al Congreso. Aramburu Topete respondió afirmativamente y manifestó que el coronel procesado le había dicho que las fuerzas las había reclutado Tejero invocando su nombre y el del general Armada. "Yo le pregunté", declaró Aramburu, "qué tenía que ver en todo ello el general Armada". Le dije que yo no había dado la orden y le ordené también que acudiera inmediatamente ul Congreso para retirar las fuerzas. Añadió que le arrestó luego por no haber cumplido sus órdenes.

-López Silva: ¿Estaba el teniente coronel Tejero a sus órdenes el día 23 de febrero?

-Aramburu: Estaba agregado a la dirección general de la Guardia Civil para asuntos económicos y del servicio. Fue destinado allí para evitar que tuviera que salir de Madrid, porque aquí tenía a su familia.

-López Silva: ¿Le dijo usted a un capitán y a un comandante de la Benemérita, que acudieron al hotel Palace con el propósito de contribuir a retirar las fuerzas ocupantes del Congreso, que no lo hicieran?

-Aramburu: A nadie le ordené que no retirase las fuerzas ocupantes.

-López Silva: ¿Por qué no se impidió entrar en el Congreso a la columna del comandante Pardo Zancada.

-Aramburu: Nuestro único objetivo era que aquello acabara por sí mismo, como así sucedió. A mí me daba igual que estuvieran en el Congreso 300 o 600 hombres, dada la situación del resto de España. Lo que no podía hacer era propiciar un enfrentamiento violento.

-López Silva: ¿No se detectó, por los servicios de la Guardia Civil, lo que se estaba preparando para el día 23 de febrero de 1981?

-Aramburu: No. Si hubiera sido detectado, se habría parado, como es lógico.

El letrado Angel López Montero, defensor del teniente coronel Tejero, quiso saber, de acuerdo con los informes que se tenían antes del 23-F, cuál era el estado de ánimo de los guardias civiles destinados en el País Vasco. Aramburu Topete respondió que en los dos últimos años, el estado de ánimo había mejorado muy mucho.

-López Montero: ¿Sabe usted por qué estaba disponible el teniente coronel Tejero el 23 de febrero?

-Aramburu: No estaba disponible, sino agregado a la dirección general por su participación en la denominada operación Galaxia.

-López Montero: La situación del teniente coronel Tejero, ¿le permitía cumplir órdenes que no vinieran directamente de usted, por ejemplo, partiendo de jefes del Ejército?

-Aramburu: El tenía que cumplir las órdenes que le diera el jefe de su servicio al que estaba agregado.

-López Montero: ¿Podía recibir órdenes directas de su majestad el Rey?

-Aramburu: Sería improcedente. En el Ejército las órdenes se cursan por el conducto reglamentario y ese no lo hubiera sido.

-López Montero: El teniente coronel Tejero declaró ante este tribunal, que el general Armada le dijo, el 21 de febrero de 1981, que usted y el general Toquero (entonces jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil) estaban en la operación. ¿Puede usted aclarar esto?

-Aramburu: No necesita aclaración. Es absolutamente falso.

El incidente con Tejero

A una pregunta del mismo abogado, Aramburu Topete reconoció que prohibió a la Guardia Civil asistir a un acto organizado en Bilbao por Juan García Carrés, para recoger firmas en apoyo al reconocimiento militar del cuerpo. "Le dije", precisó, "que dejara en paz a la Guardia Civil, porque entre unos y otros la estaban politizando.

-López Montero: Pero el acto era de apoyo al carácter militar de la Guardia Civil...

-Aramburu: El acto estaba muy politizado.

En torno al incidente acaecido en la tarde del 23-F con el teniente coronel Tejero, Aramburu declaró: "Yo fui al Congreso de los Diputados para intentar que los ocupantes depusieran su actitud. Salió a recibirme el teniente coronel Tejero, con la pistola en la mano, apuntando hacia arriba. El me saludó y yo le ordené: 'Teniente coronel Tejero, deponga usted su actitud y acabemos con esta locura'.Tejero me respondió: 'Antes le mato y después me pego yo un tiro'. En ese momento Tejero me apuntaba con su pistola".

Declaró luego Aramburu Topete que Armada llegó hacia ¡as doce de la noche del 23-F al hotel Palace y le dijo: "estoy aquí porque tú me has llamado" y él le preguntó por la situación en España, al tiempo que le expresaba su convición de que la rebelión estaba, localizada en Valencia y en la Brunete. "No está tan claro como crees", afirma Aramburu que le dijo Armada. "En la segunda, cuarta, quinta y séptima regiones militares la situación no está definida".

"El general Armada me indicó, añadió Aramburu, "que iba a decirle al teniente coronel Tejero que depusiera su actitud y que, si lo deseaba, podría marcharse de España con unos aviones que se le iban a ofrecer. También me dijo Armada que iba a proponer un Gobierno de concentración presidido, por un general, que, si era necesario, sería él".

-López Montero: ¿Comprobó usted estos extremos con el teniente general Gabeiras?

-Aramburu: No, porque pensé que el general Armada venía autorizado para proponer ambas alternativas. Luego me llamó Francisco Laína para decirme que tuviera cuidado con Armada, porque podía estar implicado en lo que estaba sucediendo y que, en ningún caso había recibido autorización para hacer la propuesta de un Gobierno de concentración, presídido por él, porque era anticonstitucional.

Aramburu Topete señaló que no tenía noticia de que en la madrugada del 24 de febrero, el coronel San Martín llevara al comandante Pardo Zancada un mensaje supuestamente autorizado por la Zarzuela.

-López Montero: ¿Fueron autorizadas las condiciones para la rendición de los ocupantes del Congreso?

-Aramburu: El documento donde se tornaron las notas delas condiciones de rendición fue llevado al hotel Palace, donde estaba instalado el puesto de mando. El general Armada telefoneó a la Junta de Jefes del Estado Mayor y lo leyó. A los tres o cuatro minutos, la Junta dio su autorización de aceptar las condiciones.

Dijo Aramburu, a preguntas del letrado, que arrestó a oficiales y guardias civiles que participaron en la ocupación para hacer una in formación privativa e indicó también que los arrestos se impusieron bajo su absoluta responsabilidad, y al margen de la causa.

-López Montero: ¿Se ratifica usted en su declaración sobre el incidente con el teniente coronel Tejero, a pesar de que éste y dos capitanes procesados niegan que mi patrocinado le amenazara a usted?

-Aramburu: Lo ratifico totalmente, y le recuerdo que estoy declarando bajo juramento, y ellos no han declarado bajo esa condición.

-López Montero: El general

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Prieto, que sí declaró bajo juramento, dice que él no vio que le amenazara el teniente coronel Tejero...-Aramburu: Tengo un documento del general Prieto, en el que éste rectifica sus declaraciones sumariales.

-López Montero: En la causa figuran declaraciones de diversos miembros de la Guardia Civil, en las que dicen que cuando usted terminó de hablar con el teniente coronel Tejero, le dijo a un grupo de guardias que iban a matarlos. Uno de estos guardias le respondió: "Ya no están matando uno a uno, mi general". Y se dice también en la declaración que usted terminó diciendo: "Pues mejor así". ¿Es esto cierto?

-Aramburu: Es absolutamente falso, e incluso calumnioso.

Esta respuesta provocaría el inmediato abandono de la sala de una treintena de personas que ocupaban los asientos destinados a los familiares de los procesados.

Interrogó luego el abogado Antonio Muñoz Perea, defensor del capitán Pascual Gálvez que quiso saber si él había conminado a los miembros de la Guardia Civil, ocupantes del Congreso, a que depusieran su actitud con la bandera enarbolada, toque de clarín y de corneta como se dispone en las ordenanzas militares. Aramburu contestó de forma negativa y dijo que le parece un poco anacrónico el hacerlo de esta manera. Intervino entonces el presidente del tribunal para afirmar que, aunque, efectivamente, en las ordenanzas militares constan esas cuestiones, no venía al caso que se las preguntara al testigo, puesto que quedaba suficientemente claro que el teniente general Aramburu había ordenado a los ocupantes que salieran del palacio de las Cortes.

A preguntas del abogado Pedro Liñán Lechuga, defensor del capitán Ignacio Román, Aramburu Topete explicó que cuando llegó al Congreso ordenó a los guardias civiles que había en las inmediaciones, que subieran a los autobuses y se marcharan de nuevo a sus acuartelamientos. Dijo que ordenó al capitán Ignacio Román que retirara las fuerzas y éste titubeó y "escurrió el bulto". Afirma que le dijo entonces al capitán procesado que se constituyera en arresto y, en compañía del teniente coronel Catalán, marchó a la dirección general.

-Liñán: ¿Se identificó usted como director general de la Guardia Civil?

-Aramburu: A todos los miembros del cuerpo que me iba encontrando les decía: "Soy el director general de la Guardia Civil, ¡obedézcanme!"

-Liñán: ¿Que creyó usted que hacía allí el capitán Ignacio Román?

-Aramburu: Supongo que estaría esperando para entrar.

-Liñán: Ese es un juicio suyo...

-Aramburu: Pues igual estaba paseando...

-Liñán: Esa es una respuesta improcedente.

El presidente del tribunal llamó la atención al abogado Liñán, al que dijo que él no era quién para declarar procedente o improcedente ninguna respuesta del testigo.

-Liñán: ¿Le dio a usted la impresión de haber sorprendido al capitán Ignacio Román, y de que éste no cumplimentó su orden porque no sabía a qué había ido allí?

-Aramburu: Es igual. Lo primero es cumplir una orden de un superior, y, sobre todo, sí el superior es el director general del cuerpo al que uno pertenece.

"Los tenientes no quedaban exentos de resposabilidad"

Le preguntó luego el abogado Manuel Novalvos, que defiende al teniente Boza Carranco, cuál era su interpretación de las condiciones de rendición relativas a los tenientes. Aramburu Topete dijo: "Entiendo que los tenientes no quedaban exentos de responsabilidad, ni los de la Guardia Civil ni los de la División Acorazada. Quedaba muy claro en el documento, donde se decía: "No responsabilidad de tenientes para abajo. Lo último, suboficial".

-Novalvos: ¿Sabe usted que los tenientes de la División Acorazada no han sufrido castigo alguno por haber entrado en el Congreso de los Diputados la noche del 23 de febrero?

-Aramburu: Sí, pero eso, que a mí me extrañó, fue una decisión de la Justicia Militar.

-Novalvos: ¿Se hizo alguna distinción entre los tenientes de la División Acorazada y los de la Guardia Civil?

-Aramburu: Le digo lo de antes. No entendí que los tenientes quedaran exentos de responsabilidad, porque también se podía haber eximido a los capitanes, ya que tan oficiales son unos como otros. Además yo entendí muy bien que de tenientes para abajo, no había responsabilidad, pero sólo de tenientes para abajo.

En ese momento del interrogatorio, el abogado Novalvos, en base al artículo del 753 del Código de Justicia Militar, solicitó del tribunal un careo entre el declarante y el teniente coronel Fuentes Gómez de Salazar, que intervino en la redacción de las condiciones de capitulación, ya que considera que entre las declaraciones de ambos hay contradicciones que interesan a su defensa. El presidente del tribunal respondió al abogado que en el momento oportuno se proveería sobre su solicitud.

Vuelven a la sala los familiares de los procesados

Reanudada la sesión tras el descanso, se observó la presencia en la sala de los familiares de los procesados que la habían abandona do antes. Tomó la palabra el coronel Salvador Escandell, defensor del teniente general Milans del Bosch y del coronel Ibáñez Inglés, que quiso conocer la opinión declarante sobre las razones que movieron a Laína a decidir que Armada fuera al Congreso acompañado por el gobernador civil de Madrid. Aranburu respondió: "Yo no me atravería a decir porqué. Fue una Orden de Francisco de Laína. Quizás se debiera a que había cierta desconfianza hacia Armada".

Intervino luego en el interrogatorio el abogado Gerardo Quintana, defensor del general Torres Rojas y el teniente Núñez Ruano, quien preguntó, a Aramburu si sabía si a los tenientes que ocuparon el Congreso se les dio órdenes de que abandonaron el palacio de las Cortes. "Yo, personal y directamente, no le di esa orden", declaró. "El teniente Blanco sí se la dio y se marchó con sus hombres".

Posteriormente interrogó a Aramburu el letrado Adolfo de Miguel, defensor del capitán de navío Camilo Menéndez, quien le preguntó sobre la presencia de su patrocinado en el hotel Palace. Dijo Aramburu que cuando vio llegar al capitán de navío, éste le dijo que iba a pedirle permiso para entrar en el Congreso para darle un abrazo a Tejero. El le dijo, como recordó ayer, que no lo hiciera para no complicar las cosas, pero Camilo Menéndez se fue y entró en el Congreso.

Declaró luego Aramburu que le pareció que no variaba la situación en el Congreso con la entrada del comandante Pardo Zancada al mando de una columna de policía militar de la división Acorazada Brunete.

-De Miguel: ¿Se le curso a usted alguna orden por el teniente general Gabeiras de que permitiera el paso a la columna de Pardo Zancada?

-Aramburu: La Junta de Jefes del Estado Mayor y el Gobierno provisional tuvieron conocimiento de la llegada de Pardo Zancada, cuya columna estuvo más de una hora a las puertas del Congreso. Yo expuse a la JUJEM y a Francisco Laína que sería un error provocar un enfrentamiento con ellos.

-De Miguel: ¿Había un mando único de los Cuerpos de Seguridad del Estado que rodearon el Congreso de los Diputados el 23-F?

-Aramburu: Como no había estado de excepción, dependían de las autoridades civiles. En el puesto de mando del hotel Palace estábamos el general Sáenz de Santa María, que es más antiguo, y yo. No obstante se me cedió a mí el honor de dirigir las operaciones para resolver la situación, ya que los ocupantes del Congreso eran guardias civiles.

-De Miguel: ¿Se procuró que la salida de los miembros de la Guardia Civil fuera honrosa?

-Aramburu: Sí, por supuesto. Para mí lo que fue bochornosos, fue ver salir a los guardias civiles por las ventanas del Congreso. Estuve a punto de volverles a meter dentro.

A una pregunta del mismo abogado, Aramburu dijo que estos guardias sufrieron la misma suerte que los que abandonaron el Congreso a última hora. Unicamente, dijo, corrieron otra suerte los 173 guardias civiles que cumplieron su orden de marcharse cuando él lo ordenó.

-De Miguel: ¿Tuvo miedo, en algún momento, de que los miembros de la Guardia Civil, ocupantes del Congreso, sacrificaran a algún parlamentario?

-Aramburu: Pudo ser, si llega a haber mayor tensión.

-De Miguel. ¿Tuvo usted algún contacto con Juan García Carrés en relación con la campaña de recogida de 500.000 firmas para elevar una proposición en la que se reconociera el carácter militar de la Guardia Civil?

-Aramburu: Sí. Carrés me pidió que le ayudara en la organización de un acto con tales fines en el Palacio de Deportes de Madrid. Yo le dije que lo más que podía hacer era mandar a unos miembros de la Guardia Civil, de paisano, para que se informaran de lo que estaba pasando. Le dije también que no quería que derechas o izquierdas politizaran a la Guardia Civil y que su iniciativa estaba causando graves traumas al cuerpo por el impacto político de la misma.

-De Miguel. ¿Creyó usted, acaso, que era anticonstitucional la iniciativa de García Carrés de proponer, mediante una proposición de ley, que la Guardia Civil tuviera carácter militar?

-Aramburu. Prefiero no opinar a ese respecto

Actitud violenta de Tejero el 23F

El siguiente letrado que interrogó al director general de la Guardia Civil fue Pedro Martín Fernández, defensor del teniente coronel Mas Oliver. El presidente del Tribunal cortó y puntualizó la primera pregunta de este defensor que aludía a si Aramburu supo del "asesinato del gobernador militar de Madrid y de que no fue enterrado con los debidos honores".

-Martín. ¿Cree usted que Tejero tuvo una actitud violenta con los parlamentarios el 23 de febrero?

-Aramburu. He visto el vídeo y creo que, efectivamente, su actitud fue violenta.

Posteriormente, el letrado Dimas Sanz, defensor del teniente Alonso Hernáiz, preguntó a Aramburu si el 95% de las fuerzas que siguieron a Tejero habían ido, a su juicio, engañadas, a lo que el testigo respondió afirmativamente.

Después el abogado Sanz Arribas, defensor del capitán Cid Fortea, interrogó al testigo, fundamentalmente, sobre su actuación tras su llegada a las inmediaciones del Congreso durante el 23-F.

-Sanz. ¿A quién comunicó usted que el teniente coronel Tejero sólo aceptaba como interlocutores al Rey, a Milans del Bosch y al general Armada?

-Aramburu. Al Ministerio del Interior y a la Junta de Jefes de Estado Mayor.

-Sanz. ¿Cuánto tiempo pasó desde entonces hasta que llegó el general Armada?

-Aramburu. Tres horas o tres horas y media.

-Sanz. ¿En ese tiempo tuvo usted conocimiento de que un coronel de paisano entró en el Congreso y dijo al teniente coronel Tejero que Armada llegaría más tarde?

-Aramburu. No.

-Sanz. ¿Armada le dijo quién formaría parte del Gobierno que iba a proponer a los diputados?

-Aramburu. No.

Armada: "He fracasado.Tejero está loco"

-Sanz. En el camino desde el Palace hasta la verja del Congreso ¿hizo usted algún comentario sobre la propuesta que iba a hacer el general Armada?

-Aramburu. No.

-Sanz. ¿Comunicó usted a alguien que Armada había entrado ya en el Congreso?

-Aramburu. No. La única llamada que se recibió durante los 45 minutos aproximadamente que estuvo Armada en el Congreso fue la de Francisco Laína, quien me comunicó que la propuesta que el general Armada iba a hacer era inconstitucional y no estaba autorizado para formularla.

-Sartz. ¿Le dijo Armada cuando salió del Congreso si había fracasado en sus dos propuestas? (La de los aviones para salir de España los ocupantes del Congreso y la de un nuevo Gobierno presidido por él mismo).

-Aramburu. Armada sólo me dijo: "He fracasado. Tejero está loco".

El director general de la Guardia Civil, a preguntas del letrado Santiago Segura, defensor del capitán Muñecas y del teniente Carricondo, negó haber hablado con Tejero por teléfono antes o después de su llegada a las inmediaciones del Congreso.

Así terminó la sesión de la mañana, que fue levantada por el presidente del Tribunal cerca de las dos de la tarde.

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