Washington condiciona las conversaciones de desarme con la URSS a la evolución de la situación mundial
La Administración Reagan está ultimando sus preparativos para iniciar "cuando lo permitan las circunstancias" negociaciones con la Unión Soviética sobre limitación de armas estratégicas, dijo ayer el portavoz oficial del Departamento de Estado, Dean Fischer.
Aunque estos preparativos "han sido intensos y muy minuciosos", Estados Unidos iniciará las negociaciones solamente "cuando lo permitan las circunstancias", añadió Fischer, en una clara referencia a la situación en Polonia.Al resucitar en cierta forma la teoría del finkage, o vínculo entre las negociaciones sobre control de armamentos y el comportamiento internacional de la URSS, el portavoz añadió que Norteamérica estudiará "el clima general de las relaciones entre Moscú y Washington" para determinar el inicio de las negociaciones.
Estas declaraciones de Fischer parecen contradecir la afirmación hecha por el jefe del Pentágono, Caspar Weinberger, de que las negociaciones empezarían "en algún momento del verano".
Por su parte, el ministro alemán occidental de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, declaró ayer que si no se obtienen acuerdos en la Conferencia de Ginebra, la RFA desplegará en 1983 en su territorio los nuevos euromisiles norteamericanos de alcance medio.
La Unión Soviética se lamentó ayer de que las propuestas hechas por Leónidas Breznev sobre desarme hayan sido rechazadas en Washington sin haber sido "seriamente analizadas". La Prensa soviética deploró "la incoherencia y las contradicciones de la respuesta dada por EE UU a las iniciativas de la URSS".
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