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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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La pela larga

A Francisco Casero, andaluz de dura crin, lo embaulan por sus movidas dentro del paro. Es lo que Ramón Tamames llama «un parado ocupado». Ocupado de la suerte de los demás parados. Pero el mal no está en el Romancero gitano, de Lorca, allá por el Hondo Sur, sino aquí mismo, en Madrid, como siempre, con la fuga de la pela larga o evasión de capitales, que no hay pela para crear empleo, pero los charter van escorados y reventones de petropesetas, que un día se va a caer uno y a ver luego.Una manera de montárselo es la export/import, claro. Se le pone a la mercancía importada un precio muy superior al real, se saca la pastizara en el portafólios, con los calcennes de ejecutivo, qué vivos, qué vivos/los ejecutivos, y el sobrante del pago se ingresa en Zurich, bajo el anonimato de aquellos tilos tan líricos, que ahora por marzo (perdón, feb./23) estarán otra vez echando la flor. También se lo uede usted montar a la viceversa, o sea: factura usted su mercancía a precios de asco, se va a la Europa a cobrar el verdadero precio, que es mucho más, e ingresa asimismo el sobrante en Zurich, donde por ahora los líricos tilos, etcétera. La pela larga que sale para Europa, me refiero, que para el dineral ya no hay Pirineos. Luego están las petropesetas que salen para las Repúblicas hermanas de las ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda, salve. Nuestros Bancos venga de comprar Bancos latinochés y ni siquiera tienen el detalle -que vivos, los ejecutivosde pasarse por el Retiro, camino de Barajas, para llevarle a Rubén un nenúfar del estanque pequeño, que tanto le gustaban, y dejárselo en su tumba de León de Nicaragua.

El maestro Lázaro Carreter, a quien Blanca Berasategui ha llamado muy bellamente «cardenal del idioma», dice que ama y admite todos los americanismos que vienen a enriquecer/ embellecer el castellano, cuyo giro más elegante está hoy en América, me parece a mi, salvo cuando América está en Madrid, tomándose un vasito en casa de Juan Carlos Onetti. Pero no es sólo Fernando Lázaro, sino que Adolfo Suárez primero, y el rey don Juan Carlos después, se han molestado muy gustosamente en viajar a América, Suárez se amachambró con Fidel, y aquella política, por fin eficaz y no locuaz, se ha perdido entre Calvo-Sotelo y Pérez-Llorca, a quienes América no les dice nada. A los banqueros sí que les dice, que se la están comprando con tarjeta de crédito. Lo cual que la pela larga española sale para entrambos mundos, pero aquí no hay un clavo para financiar el tema y crear puestos de trabajo. El primero que inició la gran evasión fue un escritor de apellido heráldico que pensó que habían venido los rojos (mucho antes de que Camacho decidiese tomar los cuarteles con una fresadora choriceada en la Perkins), y sé trasladó a México con todos sus bienes, para siempre. Es lo que yo llamaría la evasión ingenua. Luego, la evasión de la pastizara ha sido mucho menos ingenua. Y Francisco Casero, andaluz de dura crin, el parado más ocupado de España, está otra vez parad o, y ahora con mucho menos espacio para pararse. Por su mala cabeza, claro. Pero a los de la pela larga no les habría costado nada meter unas petropesetas en Andalucía, antes de poner a la ley en esta tesitura, que es que es una tesitura. Se lo ha dicho hasta Calvo-Sotelo:

-Menos financiar partidos y más invertir, señores financistas.

Antonio G/Walker se ha sacado el liberalismo económico y unos pubs ideológicos para que el dólar siga siendo el dólar, un respeto, please. «Justicia no es sino el otro nombre de la libertad», les decía yo anoche a unos liberales con boina del chabolismo vertical. Lo cual que Antonio no estaba entre el público. A lo mejor no le conocí por la boina.

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