Los procesados se negaron a comparecer en la sala del juicio, por la publicación de un artículo en 'Diario 16'
La cuarta jornada de la vista del juicio que se sigue contra los 33 procesados en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, se inició ayer con tres horas y media de retraso ante la negativa de uno de los encausados, el capitán Alvarez-Arenas, a comparecer en la sala como protesta por la publicación en Diario 16 de una entrevista que le afectaba directamente y que trataba de su actuación en la división Acorazada el día 23 de febrero, actitud que fue secundada por el resto de los procesados.
Como cada mañana desde que se inició la vista, los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar constituidos en tribunal, el fiscal togado y sus ayudantes, el relator, los defensores y algunos observadores jurídicos ocupaban ya sus asientos. Unicamente estaban ausentes los procesados, cuya incorporación a la sala se retrasaba. Fuera de la misma esperaban los informadores y el resto de invitados.Las primeras informaciones que se tuvieron, de carácter oficioso, ofrecían la versión verosímil de que uno de los procesados, el capitán Carlos Alvarez-Arenas, se negaba a comparecer en la sala, en protesta por la publicación en Diario 16 de una información titulada "Así asaltamos el Parlamento", en la que, con nombre supuesto, un miembro de la Policía Militar perteneciente a la División Acorazada Brunete que permaneció la noche del 23 de febrero en el Congreso le imputaba, a través de diversas declaraciones recogidas, afirmaciones graves no incursas en el sumario.
Se supo, asimismo, que la actitud de Alvarez-Arenas era secundada por el resto de los procesados, que se negaban a comparacer en la sala y exigían una reparación y la adopción de las medidas adecuadas. Tras minutos de incertidumbre en la sala y en el exterior de la misma, el tribunal y los abogados se reunieron en otras dependencias del Servicio Geográfico del Ejército para estudiar la situación creada por la actitud de los procesados.
A las 10.50 de la mañana, los procesados hicieron llegar al tribunal, a través de sus abogados, una protesta formal por lo publicado en Diario 16, que consideraban un agravio a la institución militar y a uno de sus miembros. Los defensores opinaban también que la entrevista suponía una intromisión en el procedimiento y un perjuicio a la marcha del proceso y a sus defendidos.
Eran las 10.55 y los abogados, según informaban las agencias de noticias, se negaban a entrar en la sala del juicio. Las mismas agencias indicaban que, a esa hora, los defensores se encontraban reunidos, en una sala contigua a la del juicio, con el representante del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Rosso de Larra, en ausencia del decano, Antonio Pedrol Rius.
A mediodía, por el testimonio de algunos de los abogados de los procesados, se supo que éstos habían impuesto, como condición para comparecer en la sala de la vista, que le fuera retirada al director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, la credencial para asistir a la vista.
Según se informa en una nota oficial, hecha pública por el Ministerio de Defensa, a las 13.30 horas el presidente del tribunal ordenó la reanudación de la vista, anunció la apertura de la audiencia pública y, acto seguido, concendió la palabra al abogado Gómez García, quien, como defensor del capitán Alvarez-Arenas y en nombre del resto de los defensores, hizo constar "Ia más enérgica protesta" por la información aparecida en Diario 16. "La misma constituye", afirmó, "una grave intromisión e interferencia en la actuación judicial y una gravísima: provocación a este Consejo, al ministerio público, a la defensa, a los procesados y, en definitiva, a cualquier persona que tenga el mínimo sentido de la honestidad, así como un agravio a la institución militar y al honor de sus miembros".
"Por lo que se refiere al capitán Alvarez-Arenas", manifestó su defensor, Ia publicación constituye una intolerable e ignominiosa caluriania inventada con el único propósito y objetivo de provocar, por lo que esta defensa se reserva el ejercicio de las acciones pertinentes".
Con la venia del presidente del tribunal intervino luego el fiscal togado, quien afirmó que, tras escuchar las alegaciones del letrado defensor, "Iamentaba, profundamente, el contenido de la publicación de que se trata y la oportunidad de la fecha en que se hace". Luego manifestó que, pudiendo ser los hechos relatados en el artículo del periódico constitutivos de delito perseguible de oficio, en el ejercicio de las facultades que le corresponden, conforme al punto 72 del artículo 127, en relación con el 148 del Código Militar, iba a cursar inmediatamente la oportuna instrucción al fiscal de la 1 Región Militar, a fin de que ejercite la acción penal que corresponde.
El ministerio fiscal manifestó que, quedando así debidamente enjuiciada la cuestión, nada. impedía la continuación de la vista, "porque, en definitiva,", dijo, "no es, un incidente de la misma, porque no fue aquí donde se dice que se recogió esa información, y por lo tanto, debe ser enjuiciada. en un procedimiento que a tal efecto se instruya". Añadio, asimismo, que, con independencia de lo que decidiera la presidencia sobre la credencial al director de Diario 16, él solicitaba la continuación de la vista.
Aplausos de los familiares
Intervino seguidamente el abogado Salvador Escandel, quien afirmó que, en nombre del teniente general Fernando Santiago y Diaz de Mendibil, e interpretando el sentido de todos los defensores militares, en su calidad de letrado y "sobre todo de militar", manifestaba su adhesión a lo expuesto por el abogado del capitán AlvarezArenas. Afirmó que lo que se dice en el artículo de Diario 16 "es una injuria gravísima, no sólo al procesado sino a la totalidad plena de la institución militar". En ese momento parte del públfico, presumiblemente familiares de los procesados, aplaudió.
Tras pedir silencio con la campanilla, tomó luego la palabra el presidente del tribunal, teniente general Luis Alvarez Rodríguez, quien señaló que, oídas las manifestaciones de los abogados defensores y del fiscal, y al amparo de las facultades que a la presidencia otorga el artículo 770, apartado 4, del Código de Justicia Militar, acordaba suspender la acreditación de la representación de Diario 16, "hasta que se provea sobre el incidente por al artículo 'Así asaltamos el Parlamento'". El presidente del tribunal ordenó al servicio de orden que procediera al cumplimiento de su decisión.
El citado artículo 770, invocado por el presidente del Tribunal, dice textualmente: "Al presidente del Consejo corresponde .... 4). Disponer la expulsión o la detención de los que falten de algún modo al respeto debido al Tribunal o cometan en aquel sitio actos castigados por la ley, poniéndolos en este caso a disposición de la autoridad judicial".
"Cuando la autoridad militar lo creyese conveniente, pondrá a disposicion del presidente del Consejo de fuerza armada que considere necesaria".
En ese momento, el director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, abandonó la sala de la vista, acompañado por el director general de Relacione Informativas de la Secretaría de Estado para la Información, Carlos Abella y el directivo de la Asociación de la Prensa Miguel Angel Aguilar, y escoltado por varios policías militares. En esos instantes algunas de las personas que se encontraban en el lugar de la sala destinado a los invitados profirieron gritos de "¡Fuera, fuera!", mientras, entre los aplausos con que contestaron otras personas, se mezclaba un nítido grito de "¡Marcháos todos!".
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