El Museo Arqueológico espera superar las necesidades más urgentes de la entidad
Su patronato fue constituido ayer bajo la presidencia de Martín Almagro
El Patronato del Museo Arqueológico Nacional, que quedó constituído oficialmente ayer en la sede de esta entidad (Serrano, 13, Madrid), se propone pone en marcha una gestión que asegure el cumplimiento de la misión que le está encomendada al museo y que hasta ahora ha sido llevada a cabo de manera precaria como consecuencia de las dificultades económicas de todo orden que ha padecido. Recientemente se informó que casi todo el presupuesto que recibía del Ministerio de Cultura -doce millones de pesetas- tenía que ser deicado, fundamentalmente, a gastos de calefacción.
El director general de Bellas Artes, Javier Tusell, que asistió con la ministra de Cultura, Soledad Becerril, a la constitución de este patronato, afirmó ayer a EL PAIS que esa situación de precariedad, "que a veces ha resultado simplemente dramática", va a ser resuelta este mismo año, "porque los 250 millones de presupuesto de que disponía el año pasado el Patronato Nacional de Museos van a ser incrementados hasta llegar a los 360 millones de pesetas".La mayor parte del dinero que le corresponda de ese aumento al Museo Arqueológico Nacional será destinado a gastos de mantenimiento y a los que se deriven de la necesaria ampliación del museo. Por otra parte, el Patronato tratará de resolver los problemas de personal, que aunque no son especialmente graves, de acuerdo con medios oficiales, impiden que todas las salas estén abiertas durante los días de apertura habitual.
La sesión constitutiva del Patronato del Museo Arqueológico Nacional fue seguida ayer por una sesión de trabajo en la que se volvieron a plantear esos temas. La junta del Patronato está presidida por el profesor Martín Almagro, que durante quince años dirigió el museo. Eduardo Ripoll es quien dirige ahora la entidad y es miembro del Patronato. Como vicepresidente del Patronato figura el industrial catalán Pedro Durán Farrell. Son también miembros natos el subdirector general de Museos, el subdirector general de Arqueología y el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y entre los vocales designados figuran el director del Museo del Prado, Federico Sopeña, y el arqueólogo Antonio Beltrán.
Centro de investigacion
En unas declaraciones que hizo ayer, Eduardo Ripoll explicó que el museo ha de ser un centro de investigación, comparado, a pesar de los medios de que dispone, con el Museo Británico de Londres y el Louvre francés. Por otra parte, Ripoll quiere que la entidad se ponga a disposición de los investigadores para que éstos puedan desarrollar allí su trabajo.
El director del museo ha puesto énfasis en los problemas de personal que padece la entidad y que es especialmente grave en lo que respecta a subalternos, cuya insuficiencia hace que el ritmo de trabajo del museo sea inadecuado. "Necesitamos también bibliotecarios titulados y conservadores. En este momento tenemos sólo cinco cuando deberán ser como mínimo doce conservadores".
Un trueque imposible
Por otra parte, fuentes oficiales desmintieron ayer a este periódico que el Museo Arqueológico haya pensado alguna vez cambiar el patio del castillo de los Vélez, que se halla en Nueva York, por tres o cuatro iglesias románicas que pudieran desaparecer bajo un pantano español. Unas declaraciones en este sentido fueron difundidas ayer por Efe y atribuídas al director del Museo Arqueológico.
Según ha explicado Javier Tusell, una ley publicada en 1933 está taxativamente prohibido el traslado de bienes inmuebles de nuestro país a otro, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en Francia, donde este trueque es posible.
La citada ley se promulgó a raíz del traslado, realizado por los Rockefeller, de la iglesia de Fuentidueña, en Segovia, al Museo Cloisters de Nueva York.
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