Gibson: "Yo iba a escribir mi libro para la editorial Planeta"
"Yo iba a escribir el libro para la editorial Planeta, pero a la hora de fijar el contrato surgieron problemas, complicaciones y malentendidos, algunos de ellos supongo que normales entre autor y editor, y otros, derivados de mi condición de escritor británico que desde hace tiempo publica en España". El libro al que se refiere lan Gibson es La noche en que mataron a Calvo Sotelo, que ya ha comenzado a distribuirse, cuyo contenido coincide con el tema ganador este año del premio Espejo de España y que el propio Gibson ofreció, en último término, a la editorial Argos Vergara."Poco después de estas conversaciones", añade Gibson, "José Manuel Lara decidió encargar el libro a otro escritor. Y esto no es nada nuevo, porque él lo dijo y yo mismo lo he escrito en el libro Un irlandés en España (1981). Con Planeta no tengo problemas, porque cada uno nos hemos colocado en el puesto que nos corresponde: Lara en el de hombre de negocios y editor, y yo, en el de escritor. La obra sobre Calvo Sotelo debía haber salido a la venta hace algún tiempo".
Ian Gibson (Dublín, 1939), se estableció en España en 1979. El primero de sus libros sobre temas españoles El asesinato de Federico García Lorca (Editorial Ruedo Ibérico, 1971) estuvo prohibido en España hasta la muerte de Franco. "Trabajando sobre Lorca me di cuenta de la importancia de la historia de esta época. Lorca me llevó a José Antonio, y José Antonio, a Calvo Sotelo".
Precisamente el libro En busca de José Antonio le dio a Gibson el Premio Espejo de Espaiía en 1980. Ahora, tras La noche en que mataron a Calvo Sotelo, volverá a dedicarse intensivamente a Lorca. "Llevo quince años trabajando sobre Loréa, y cada vez descubro nuevos detalles sobre su personalidad y su ambiente social".
En su relato histórico sobre la muerte de Calvo Sotelo, Gibson ha pretendido, según sus propias palabras, romper los mitos que han circulado en torno a esta desaparición durante cuarenta años de régimen franquista. "Uno de es tos mitos consistía en el dogma de que la muerte de Calvo Sotelo fue un crimen de Estado ordenado por las autoridades del Frente Popular. También he investígado la muerte del teniente Castillo (asesinado unas horas antes que Calvo Sotelo), y he llegado a la conclusión de que la muerte del teniente de la Guardia de Asalto, el día 12 de julio de 1936, fue obra de los carlistas-tradicionalistas, y no de los falangistas, como siempre se había supuesto".
"Esto aclara un episodio que durante cuarenta años ha sido utilizado por la propaganda franquista, que incluso llegó a afirmar que el teníente Castillo fue asesinado por haberse negado a ajusticiar a Calvo Sotelo. Un grupo de tradicionalistas mató a Castillo porque éste había herido a uno de ellos en la manifestación con motivo del funeral de Anastasio de los Reyes".
Según lan Gibson, un grupo de amigos del teniente Castillo quiso tomar represalias y salió del cuartel de Pontejos con la idea de rnatar a un político de derechas. "Primero fueron a casa de Gil Robles (aunque este hecho no se puede demostrar porque no existe documentación y hay contradicciones entre varios testigos), y al no encontrar al líder de la CEDA, secuestraron a José Calvo Sotelo. Luis Cuenca fue el autor material de los disparos que terminaron con la vida del político. Fernando Condés mandaba el grupo que secuestró a Calvo Sotelo".
"No creo", añade el historiador irlandés, "que este asesinato fuera ordenado ni por el Gobierno ni por los partidos socialista o comunista, aunque fuera realizado por socialistas que actuaban por su cuenta. La masonería tampoco tuvo nada que ver, ni la Guardia de Asalto como cuerpo, aunque los asesinos estuvieran dentro de esta fuerza de orden público".
Gibson ha utilizado para escribir este libro los testimonios directos y personales de personas unidas a estos sucesos, las informaciones de Prensa aparecidas durante aquella época y la bibliografía existente. Por primera vez, ha tenido acceso a la documentación sobre la causa general judicial relativa al asesinato de Calvo Sotelo.
Babelia
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