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Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa

El deseo de salvar la Conferencia de Madrid prevaleció ayer sobre el enfrentamiento entre el Este y el Oeste

El deseo de salvar la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) prevaleció ayer sobre el enfrentamiento Este-Oeste a propósito de la instauración de la ley marcial en Polonia, opinaban al término de la sesión plenaria la mayoría de las delegaciones de los 35 países de Europa, Estados Unidos y Canadá presentes en el único foro permanente de diálogo entre ambos bloques. El aplazamiento de la Conferencia de Madrid, que parecía inminente tras la sesión plenaria del martes en la que Polonia y la URSS adoptaron una actitud obstruccionista impidiendo tomar la palabra a seis ministros europeos de Asuntos Exterloires, tendrá sin duda lugar. Pero mas tarde de lo previsto, a causa de las discrepancias existentes sobre este tema entre los países neutrales y no alineados.

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Aunque el ministro suizo de Exteriores, Pierre Aubert, anunció el miércoles la intención de su país de pedir a principios de la próxima semana un aplazamiento de la conferencia hasta el otoño, dos países neutrales, Finlandia y Austria, no deseaban que la CSCE se interrumpiese por temor a que la tensión internacional dificultase su reanudación.La delegación de la URSS, que tampoco desea un aplazamiento inmediato -para evitar que la actual sesión de la CSCE aparezca solo como una "sesión de castigo" de los países socialistas- y Austria llevaron a cabo una negociación tendente a retrasar la interrupción de la CSCE hasta dentro de dos o tres semanas.

A pesar de que ayer los responsables de la diplomacia de Francia, Gran Bretaña, Austria, Holanda, Suecia, Irlanda y Portugal arremetieron contra la violación de los derechos humanos en Polonia -como ya lo hicieron el martes pasado el secretario de Estado norteamericano y los ministros de Exteriores de Bélgica, Italia, Alemania Federal, España- los países del Pacto de Varsovia aceptaron que la sesión se prolongase por la tarde. Por miedo, probablemente, a que una actitud obstruccionista les distanciase aún más de los neutrales y no alineados.

El embajador español ante la Conferencia, Javier Rupérez, comentó durante una pausa que, "a diferencia de la sesión del martes, ahora está imperando la racionalidad".

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, primera víctima de la táctica obstruccionista del Este en la sesión del martes, fue el primero en tomar ayer la palabra para pronunciar un discurso casi exclusivamente dedicado a acusar al régimen polaco de haber instaurado la ley marcial con "el apoyo político y material de la URSS".

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Turquía

Preguntado, durante una conferencia de prensa, sobre la situación en Turquía, Cheysson se remitió a una frase de su discurso que afirmaba que "cualquier violación de los derechos humanos, sea donde sea, constituye un golpe a la dignidad del ser humano". Por lo tanto, agregó, "nuestras críticas a las violaciones de los derechos humanos son universales".El secretario del Foreign Office, lord Carrington, no se expresó exactamente en estos mismos términos sobre Turquía durante una conferencia de Prensa celebrada despues de pronunciar su discurso. Para Carrington recordó que "antes del golpe en Turquía fallecían más de veinte personas al día y que ahora, como en las dos otras ocasiones en las que fue implantada la ley marcial en aquel país, se va a restaurar la democracia". El jefe del Estado turco, general Evren, concluyó Carrington, "está trabajando en ese sentido".

Solo, sin embargo, dos minístros de Asuntos Exteriores, el de Irlanda y el de Suecia, James Dooge y Ola Ullsten, mencionaron explícitamente en sus discursos la persistente violación de los derechos humanos en Turquía.

Ullsten, tras recordar los pretextos utilizados por los militares para dar el golpe en Polonia, dijo: "Debemos advertir, en este contexto, que argumentos similares fueron también usados por Ankara para defender la dictadura de la Junta militar en el poder".

Lord Carrington fué en su discurso el más duro en las críticas formuladas contra la URSS. Moscú, declaró, "ha desarrollado una campaña de presiones caracterizadas por actividades militares e intervino en la preparación de la instauración de la ley marcial por las autoridades polacas".

Utilizando el derecho de respuesta el viceministro polaco de Exteriores, Jozef Wiejacz, "rechazó categoricamente todos los intentos realizados en la reunión de Madrid por intrometerse en los asuntos internos polacos".

A las siete de la tarde de ayer, los delegados soviético, norteamericano y polaco, vencidos por el cansancio, renunciaron de común acuerdo a tomar la palabra dandose cita el 17 de febrero.

La información sobre la CSCE ha sido realizada por

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