Enrique Múgica: "Está demostrado que el, almuerzo de Lérida nada tuvo que ver con el 23-F"

El diputado socialista, Enrique Múgica, uno de los nueve civiles que serán citados a declarar en el juicio de los implicados en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, declaraba ayer a EL PAIS que a estas alturas se ha podido demostrar de forma incontrovertible que el almuerzo de Lérida nada tuvo que ver con el 23-F. El diputado socialista no ocultaba su sorpresa al conocer que figuraba en la lista de los 69 testigos.El almuerzo al que alude Múgica se celebró el 22 de octubre de 1980 en el domicilio del alcalde de Lérida, Antonio Ciurana, y al mismo, además del diputado socialista asistieron el general de división Alfonso Armada, que en aquellas fechas era gobernador militar de aquella provincia, y el dirigente socialista catalán Joan Reventos. Desde algunos sectores próximos a los golpistas se ha querido dar a este almuerzo un cierto carácter conspiratorio. Esta valoración se hacía sobre el supuesto de que en aquella comida se habría hablado de la posibilidad de que los socialistas participaran en un hipotético Gobierno de coalición presidido por un militar.

Enrique Múgica no ha negado que el general Armada le expuso su criterio favorable a la formación de un Gobierno de coalición UCD-PSOE, que podría presidir un independiente (ver EL PAIS del 13 de marzo de 1981), pero ha insistido en que "en ningún momento se postuló él mismo -se refería a Armada- como presidente de ese Gobierno y que en su planteamiento no entraba la posibilidad de que la formación de ese gabinete se hiciera al margen de. los procedimientos constitucionales".

Ante el juez instructor del proceso del 23-F, que le tomó declaración el pasado día 14 de enero en el Congreso de los diputados, Enrique Múgica se expresó en términos similares.

También se le cita a declarar al periodista Juan Pla, ex columnista y ex director de El Imparcial, presumiblemente por la conversación telefónica que, en la madrugada del 24 de febrero, mantuvo desde el despacho del director general de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, con el teniente coronel Tejero, que permanecía al mando de las tropas que asaltaron el Congreso de los diputados. Otros siete civiles completan la lista de los llamados a declarar.