Mubarak insistió a Reagan en la necesidad de solucionar el problema palestino
"La llave para la paz y la estabilidad en Oriente Próximo pasa por una solución del problema palestino", dijo en la Casa Blanca el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en el acto oficial que marcó el inicio de la visita de cuatro días a EE UU del sustituto del asesinado Sadat. Ronald Reagan, presidente norteamericano, se pronunció por la aceleración de las negociaciones egipcio-israelíes, que, dentro del marco de los acuerdos de Camp David, deberán conceder una autonomía a los 1.200.000 palestinos que viven hoy bajo control israelí.
La intensa lluvia que caía sobre Washington desde hacía veinticuatro horas deslució la ceremonia, inicialmente prevista en los jardines de la Casa Blanca.Mubarak invitó a Reagan a visitar Egipto "el próximo otoño", aunque la Casa Blanca no dio precisiones de este nuevo y eventual viaje de Reagan, además de los programados a París, Roma y Bruselas, con una probable escala en Madrid desde el 4 hasta el 12 de junio.
El presidente de Egipto se entrevistará también nuevamente con el secretario de Estado, Alexander Haig, y el ministro de Defensa, Caspar Weinberger, y a lo largo de estas reuniones El Cairo espera obtener resultados satisfactorios en su petición de paridad militar y económica con Israel en lo que se refiere a la ayuda norteamericana a ambos países.
Tanto Tel Aviv como El Cairo son los principales beneficiarios de la ayuda exterior estadounidense, que, en claro apoyo de su doctrina de paz de Camp David, concederá en 1982, 2.200 millones de dólares a Israel y otros 1.900 a Egipto.
Es, ante todo, en el capítulo de prestaciones militares donde Mubarak quiere idéntico trato con Israel. Washington es muy probable que acceda.
En el capítulo palestino, el presidente egipcio recordó que las soluciones al problema pasan por el "mutuo reconocimiento y aceptación de las partes (israelí y palestina), basado en el derecho a su existencia".
Presionado por su opinión pública interior y el conjunto de Estados árabes, que nunca reconocieron la validez de los acuerdos de Camp David, Hosni Mubarak quiere obtener el apoyo de Estados Unidos para que Israel ceda en la autonomía palestina que incluye la parte oriental de Jerusalén, además de la franja de Gaza.
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