Gromiko acusa a EE UU de bloquear la negociación euroestratégica

Los norteamericanos "no están dispuestos" a abordar las negociaciones para la reducción de armamentos estratégicos, afirmó ayer a la agencia soviética Tass el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko."Toda la responsabilidad sobre las consecuencias de esta línea de conducta política, que bloquea la solución del problema, cae sobre la Administración estadounidense, y ésta no podrá eludir su responsabilidad", agregó el jefe de la diplomacia del Kremlin.

El ministro soviético de Exteriores dijo también, antes de abandonar Ginebra rumbo a Berlín Este, que la URSS está dispuesta a iniciar estas conversaciones en cualquier momento.

La limitación de armamentos estratégicos parece que tardará aún en ser discutida. Antes de que a finales de noviembre se iniciaran en Ginebra las conversaciones sobre armas nucleares en Europa, Moscú insistió en la necesidad de negociar también la reducción del arsenal nuclear de carácter estratégico.

Después de que Gromiko se entrevistara el martes, en Ginebra, con Alexander Haig, no parece haberse obtenido ningún progreso: la divergencia continúa, aunque no parece ser tan decisiva como para interrumpir definitivamente las negociaciones.

Para Washington, armas estratégicas y euroestratégicas son objeto de debates diferentes, mientras, Moscú insiste en que sólo puede ser discutida su limitación de forma simultánea o, cuando menos, paralela.

No obstante, medios diplomáticos europeos de la ciudad suiza estimaban ayer, según informa Alejandro Fush, que lo importante ha sido el largo diálogo sostenido por ambos ministros de Exteriores de las dos superpotencias.

Un diálogo cuya duración ha sorprendido a todos los observadores.

El que el encuentro de Ginebra entre Haig y Gromiko no haya servido para marcar una fecha para el inicio de las negociaciones sobre reducción del armamento estratégico -que, en principio, según se supo oficiosamente, comenzarían la próxima primavera- parece haber enojado a la URSS. Gromiko y Haig -según Tass- constataron al final de su entrevista "que existen todavía divergencias en sus posiciones respectivas que aún no han sido superadas".

Gromiko aprovechó su diálogo con Haig para manifestar nuevamente que Estados Unidos "no tiene ningún derecho a injerirse en las medidas adoptadas por la dirección polaca", y que la Unión Soviética "no tiene la intención de discutir con nadie -y tampoco con Estados Unidos- ninguno de los asuntos internos de Polonia".

Según Haig, la posibilidad de un nuevo diálogo con su homólogo soviético está directamente vinculada a la evolución de los acontecimientos polacos.