Justicia y Paz recoge firmas para que España ayude al Tercer Mundo
Que los países miembros de las Naciones Unidas dediquen el 0,7% del producto nacional bruto en favor de los países más pobres es una resolución aprobada en 1960 y en 1972, firmada por todos, España incluida, a la que sólo raros países, como Holanda, Noruega, Dinamarca y Suecia, han hecho caso. Con el fin de que el Parlamento español haga realidad el compromiso contraído, Justicia y Paz ha iniciado una campaña de recogida de firmas, que espera sean 500.000 a primeros de 1983 y que en este momento llegan a 30.000.
El 0,7% del PNB español en 1981 vendría a ser unos 90.000 millones de pesetas, «una cantidad que en sí misma parece relevante», dicen los responsables, «pero que en relación con las necesidades reales es mínima». Esas necesidades reales del Tercer Mundo tienen ya cifras conocidas: 50 millones de personas mueren al año de hambre; la esperanza de vida en varios países se queda en los cuarenta años; niños de ocho años trabajan diez horas por un jornal de miseria; 2.494 millones de seres humanos pertenecen a países con una renta per cápita inferior a los quinientos dólares.Tanto el Club de Roma como el estudio del Nobel de Economía Leontief, y más recientemente el informe Brandt, han hecho números y ofrecido soluciones posibles a los problemas del Tercer Mundo. Según Leontief, si en la Tierra hay 300 millones de personas que no llegan a los mínimos de calorías y proteínas, y si resulta que en la Tierra hay alimentos suficientes para evitar esta situación, la solución sería la siguiente: «Estudiemos la cantidad necesaria que los países ricos han de garantizar en concepto de asistencia económica para reducir las disparidades de ingresos entre países en un 50% en veinte años». Para conseguir ese equilibrio, los países ricos tendrían que transferir el 3,1% del PNB al Tercer Mundo.
El informe Brandt, intitulado Norte-Sur. Un programa para la supervivencia, establece, al igual que la encíclica de Juan Pablo II Redemptor hominis, una relación directa entre desarrollo y desarme. Los gastos militares se pueden calcular en un millón de dólares por minuto. Eso significa cerca de 500.000 millones de dólares al año. El mundo gasta hoy en armamento catorce veces más de lo que se destina a asistencia social. El 40% del gasto mundial de investigación se dedica a armamento. Y todo esto ocurre, señala Justicia y Paz, «en un mundo donde 500 millones de personas están mal nutridas, 1.500 millones carecen de atención médica, 800 millones son analfabetos, 250 millones de niños menores de catorce años no tienen escuela ... ». Los 90.000 millones de pesetas que representan el 0,7% del PNB español no parece una cantidad exagerada: es tres veces inferior a lo que en España se gasta sólo en bingos.
Con las 500.000 firmas que espera recoger Justicia y Paz piensa presentarse a los partidos políticos y centrales sindicales para que el Parlamento español sancione el acuerdo de la ONU, firmado por España.
La Iglesia española parece que ha entrado en una dinámica de iniciativas concretas para hacer frente a problemas sociales. Hace unos días, el cardenal Tarancón abrió una campaña de solidaridad con los parados.
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