La comedia musical egipcia, inédita en España, en un ciclo de la Filmoteca
La Filmoteca Nacional de España, en colaboración con el festival Encuentros de Cine Mediterráneo de Vittel, presenta, durante esta semana y la próxima, un ciclo dedicado a la comedia musical egipcia, con una pequeña antología de los actores más popifiares de esta cinematografía. El propósito de los responsables de la Filmoteca es «dar acceso a una cinematografía escasamente conocida en nuestro país, en uno de sus géneros más cultivados, que para nosotros resulta inédito».
El ciclo consta de ocho largometrajes de los años cincuenta, en versión original y con subtítulos en francés. Se trata de la misma reseña que el Festival de Vittel (Francia) ofreció en octubre del año pasado. Lydie Trigano, directora del festival, asistirá y, probablemente, presentará algunas de las proyecciones.La industria cinematográfica egipcia, prácticamente desconocida en los países occidentales, es la más fuerte de los países árabes y su principal proveedor. El primer largometraje de producción íntegramente egipcia (Laila) fue realizado en 1927, si bien las primeras proyecciones cinematográficas tuvieron lugar en Alejandría en el año 1896, apenas nacido el cine.
El género musical es el predilecto de la cinematografía egipcia desde que se realizó la primera película sonora. El primer filme sonoro egipcio, El himno del corazón (1931), fue precisamente un largometraje cantado. Más de la mitad de las películas de toda la filmografía egipcia -con un catálogo de aproximadamente 3.000 largometrajes- son cintas cantadas, y en las demás aparece casi siempre una canción o una danza.
El historiador francés Georges Sadoul señaló que entre los años 1931 y 1951 un total de 46 cantantes y cantantes-compositores fueron contratados por la industria cinematográfica como actores, sin tener en cuenta los equipos de músicos que intervinieron en papeles secundarios y en las composiciones de las bandas sonoras.
La selección que ahora ofrece la Filmoteca es una muestra representativa de lo más característico de este género, cuyos índices más altos de producción se registraron entre los años 1950 y 1955. Los cinéfilos españoles podrán contemplar y conocer algunas de las obras más importantes, como Dananir, de Ahmed Badrajan, interpretada por Om Kaltoum, que inaugura el ciclo hoy en la sesión de las diez de la noche. Badrajan (1909-1970) es uno de los pioneros del cine árabe; estudió cinematografía en París; es autor de 41 largometrajes, la mayoría películas cantadas, y del primer libro sobre cine que se publicó en lengua árabe, El cine (1936). La Filmoteca ofrecerá la semana próxima otra película de Badrajan, Lah-El-Allam (Canto de esperanza, interpretada por Um Kulzum, la actriz, ya fallecida, que fue uno de los mitos más grandes del espectáculo cinematográfico en los países árabes.
La sesión de mañana, también a las diez de la noche, ofrece la película Eres mi amor, de Yussef Chain (1957), interpretada por otro de los mitos del cine egipcio, Farid-el-Atrash. Chahin nació en Alejandría en 1926, hijo de una familia católica; estudió cine en Hollywood y realizó su primera película en 1950. Se dio a conocer en el Festival de Cannes con su segundo largometraje, Ibn el Nil (1951). Sus realizaciones se distinguen por el esmerado tratamiento técnico, mediante montaje corto, búsqueda de angulaciones insólitas y calidad fotográfica. Fue el director que reveló al actor Omar Sharif en el festival de Cannes de 1955, con la película Será fil wadi.
La película que se proyecta el jueves, también en la última sesión, La pequeña Yasmina, es obra de otro de los actores egipcios más importantes, Anuar Wagdi (1902-1953). Protagonizó más de centenar y medio de películas y en 1945 fundó su propia compañía con Lella Murad, su mujer, con quien interpretaría gran parte de sus musicales. La película que se proyecta en la última sesión del próximo domingo, Coqueteos de jovencitas (1949), está interpretada por Lella Murad y es la última aparición de Nagib-el-Rihani, considerado como el cómico más importante del cine egipcio.
Igualmente importante es la película que se proyecta el viernes en la sesión de las seis de la tarde, La calle del amor (1958), dirigida por Yussef-el-Sibrat,
La programación de la Filmoteca durante esta semana reserva cinco sesiones como homenaje al desaparecido pionero del cine norteamericano, Allan Dwan (1895-1981), colaborador de Griffith y director preferido por los actores Douglas Fairbanks y Mary Pickford. John Ford estará presente en seis sesiones, y prosigue el ciclo Ochenta años de cine, con la exhibición del cine soviético de los años treinta.
Destacan dentro del cielo soviético la proyección de Pedro el Grande (segunda época), de V. Petrov (hoy, a las ocho de la tarde), y La fiesta de san Iorguen, de Yakov Protazanov, programada para el jueves y viernes.
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