_
_
_
_

Ramón Alabart declaró ante el juez sobre la adulteración de aceite

Ramón Alabart, presunto implicado en el proceso de comercialización de aceite tóxico por su condición de propietario de la empresa Alabart Hermanos y accionista de la sociedad Algeasa, ha declarado ante la Audiencia Nacional que «nunca ha visto aceite de colza desnaturalizado con anilina».En el transcurso de su declaración, efectuada el jueves ante el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, manifestó que carece de estudios sobre refinación e ignora en qué consiste la desnaturalización del aceite. También ha comentado que nunca adquirió aceite de colza en bruto, aunque su empresa compró una partida de unos 20.000 a 24.000 kilos de aceite refinado a Aceprosa, de Portugalete, en la creencia de que ese aceite era de producción nacional.

Más información
El síndrome tóxico no debe polarizar toda la sanidad, según el ministro Manuel Núñez

Alabart declaró que a Florencio Feijoo le vendió aceite refinado de semillas y aceite puro de oliva, cuyas partidas siempre fueron cargadas en el camión de Feijoo. Estimó en 130 toneladas la cantidad de aceite de semillas vendida a la Feijoo. Al describir sus relaciones con este cliente, Alabart puntualizó que retiró del almacén de Feijoo la última cisterna que le vendió porque no le había sido pagada. Esta requisa la efectuó después de que el almacén de Feijoo fuese desprecintado por la Generalidad.

Reiteró su extrañeza de que Feijoo se manifieste contra él en sus declaraciones, por apreciar que siempre le ayudó cuando otras personas le habían puesto la espalda. Opinó que Feijoo intenta ocultar algunas cosas.

Respecto a la entrevista que mantuvo en Zaragoza con otros comerciantes de aceite, Alabart relató que asistió a la reunión por su amistad con Enrique Salomó y por su condición de experto sobre aceites comestibles refinados. Afirma que en aquel encuentro Juan Miguel Bengoechea parecía estar en la idea de que cualquier clase de refinación hacía que desapareciera el olor, color y sabor del aceite, y que él le hizo ver que eso sólo se conseguía con una buena refinación. Alabart recordó ante el juez que Juan Miguel Bengoechea estaba muy nervioso y habló de suicidarse.

Destacó además que nunca ha utilizado colorantes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_