El caso polaco
Polonia supone la bancarrota de la idea comunista. Enjuiciar la negación o certeza de esta afirmación de Reagan indicaría fielmente la situación de aquel que la realiza. Lejos del análisis fácil o de la gratuita,forma de postura, me empeñaría en suponer o en imaginar la situación de EE UU en el supuesto de que el sindicato Solidaridad emergiera en América.El cinismo del capitalismo raya en la infantilidad. Las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias, y no dudo al afirmar que si Walesa, en traspolación, desempeñara la actividad del sindicato Solidaridad con los mismos resultados en América es seguro que cualquier gorila, matón a sueldo por cuenta de los valores occidentales, le habría reventado la cabeza como a Martin Luther King.
Que los comunistas españoles, a la par que los italianos y no como los franceses, rompan lanzas por Solidaridad está muy bien; todos sabemos lo inteligente que es el señor Carrillo, bastante más que el mayoritario sector crítico de su partido, y que, en un alarde de falta de democracia interna, se mantiene en la postura de defensa del pueblo polaco contra el POUP.
Solidaridad representa la amenaza más grande que jamás hayan podido imaginar comunismo y capitalismo, y su desaparición beneficiaría a ambos. Desechemos, pues, la idea de que el Occidente capitalista ayudará a Solidaridad, al pueblo polaco, ¡jamás! Sabe bien que la ideología autogestionaria de Solidaridad está basada en la libertad del hombre a unos niveles que no permitirían su estructura de explotación. Muy distintos serían los motivos por los que Occidente atacaría a Rusia, lo cual dudo, si ésta invadiera Polonia. secretario político provincial del Partido Carlista de
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