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Del socialismo africano de Nkmmah al populismo del capitán Rawfings

El golpe de Estado del pasado jueves ha puesto fin al tercer intento de construcción de un régimen constitucional en Ghana. El primero, abierto en 1957 con la independencia del país, fue protagonizado por el padre del panafricanismo, Kwame Nkrumah, y fracasó tanto por la incapacidad del equipo económico de Nkrumah. como por el carácter represivo que pronto adoptó el régimen. En 1966, un golpe militar acababa con el sueño de "socialismo africano" que Nkrumah propugnaba, e inmediatamente las instituciones financieras internacionales acudían en ayuda de Ghana.Las divisiones entre los militares que entonces asumieron el mando (Ankrah, Afrifa, Ocran, Harlley) forzaron una pronta entrega del poder a los civiles, y en 1969 se celebraban elecciones, en las que el Partido de la Convención del Pueblo, de Nkrumah, era excluido. Accedió así al poder el antiguo líder de la oposición Kofi Busia, quien intentó llevar a cabo un plan de estabilización. De nuevo se pedían sacrificios al país, pero esta vez sin contar con el entusiasmo popular que Nkrumah supo crear. En poco tiempo, Busia tenía a todo el país en contra, y en enero de 1972 el Ejército, al mando de Ignatius Acheampong, se hacía de nuevo con el poder.

El segundo régimen militar también hubo de llevar a cabo un programa de austeridad, aunque revaluó la monedá y suprimió algunos impuestos, con lo que se ganó alguna popularidad. La reforma económica adquiría tintes moralistas, y así se investigaron escándalos financieros, se rehabilitó la figura de Nkrumah y se asumieron algunas de sus políticas, lo que de nuevo acentuó la crisis económica de Ghana. El Gobierno de Acheampong adoptó, no obstante, un carácter represivo, y progre,sivamente se vio envuelto en escándalos financieros, contrabando, etcétera. Desaparecida así la justificación moral, la presencia de los militares en el poder se convirtió en insostenible. En julio de 1978, un grupo de militares encabezados por el general Akuffo intentó salvar el régimen destituyendo al Gobierno de Acheampong y acusándolo de corrupto. Pero la presión popular para que acabara el régimen militar y se instaurara un Gobierno constitucional era ya imparable, y así, Akuffo hubo de pactar con los ,polí ticos un retorno al Gobierno civil para finales de 1979.

Es en este ambiente que el 15 de mayo de 1979 se produce el intento de golpe de un oscuro piloto ghaniano, el teniente mulato Jerry Rawlings. Su intento fue desbaratado, y Raw1ings fue sometido a un juicio sumario, en el que las autoridades le permitieron, no obstante, lanzar todo tipo de acusaciones contra el régimen de Acheampong. Sus declaraciones reciben amplia cobertura en la Prensa y es incluso aplaudido por sus compañeros en el propio tribunal, recibiendo una corta pena. Herry Rawlings ya se había convertido en un mito. El 4 de junio de 1979, cuando sólo faltaban tres semanas para la celebración de las elecciones generales, suboficiales y oficiales jóvenes del Ejército dan un golpe de Estado y liberan a Rawlings de la prisión, constituyendo un Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas, que se impone a sí mismo la labor de limpiar el Ejército de mandos corruptos. Rawlings, que había sido aupado al poder por oficiales a quienes ni siquiera conocía (es incorrecto, por tanto, decir que él fuera el cabecilla del golpe), habla en aquellos momentos de un proceso "a la etíope".Operación de "limpieza"

Los golpistas realizan una "limpieza" ejecutando a ocho altos oficiales (entre ellos los antiguos jefes de Estado Acheampong, Afrifa y Akuffo), y entregan en septiembre el poder a los civiles, en la-persona del profesor Hilla Limann, cuyo partido, sucesor del de Nkrumah, había obtenido 71 de los 140 escaños del Parlamento. Y con la llegada de los civiles, todos los miembros del CRFA fueron enviados al extranjero a realizar cursos, mientras que Rawlings abandonaba el Ejército y se dedicaba a preparar su vuelta.

Al Gobierno de Hilla Limann no puede acusársele de ninguno de los errores que cometieron sus predecesores. Pese a contar con mayoría absoluta en el Parlarnen to, buscó de inmediato un acuerdo de coalición con la minoría, cuyo dirigente, Ofori Atta, fue nombra do presidente del Consejo de Esta do. En. lo social y económico, el pragmatismo ha guiado todos sus pasos. Enfrentado con una econo mía en ruinas, con un PNB que de crece cada año a una velocidad vertiginosa, una inflación galopan te y un creciente contrabando, fa cilitado por una irreal cotización de la moneda nacional, el equipo de Limann había logrado en los dos años largos de gestión una considerable mejora con unos cos tes sociales mínimos.

El 4 de junio de 1981, ante una audiencia convocada por las organizaciones extraparlamentarias que le apoyan (el Movimiento Cuatro de Junio, la Liga Revolucionaria del Pueblo y el Movimiento Nueva Democracia), Rawlings volvía a repetir sus amenazas contra Limann. Casi siete meses después, el 31 de diciembre, las amenazas eran cumplidas y Rawlíngs se hacía con el poder.

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Rawlings, hoy capitán, llega ahora para quedarse, y la labor que asume es probablemente muy superior a sus fuerzas. Sin una ideología definida (Rawlings es considerado anticomunista), el único camino que le queda abierto, una vez cerrada la vía socialdemócrata de Limann, es la colectivista, y en esta vía ya fracasó un personaje de la talla de Nkrumah.

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