La inestabilidad politica de la isla y su crisis economica inquietan a Estados Unidos
La inestabilidad política de Puerto Rico, a falta de una definición clara de su estatuto respecto a Estados Unidos, incide en la evolución de la economía puertorriqueña. También inquieta a Washington desde el punto de vista del valor estratégico. Pero el verdadero foco de la crisis económica de la isla caribeña hay que buscarlo en otras coordenadas, típicas de una economía que ha vivido un rápido crecimiento, el aumento de salarios y la competencia de otras islas del área. Puerto Rico corre el peligro de dejar de ser el paraiso para inversiones extranjeras que fue desde principios de los años cincuenta.
"Estamos ante al colapso económico". "La crisis económica es muy fuerte". Son consideraciones generales que se oyen en las sedes de todos los partidos políticos. Contrastan con la confianza en el futuro de los responsables de la asociación Fomento de Inversiones, cuyo vicepresidente, José Covianzo, explica la necesaria reestructuración de la economia puertorriqueña. "Estamos trabajando para reorientar nuestros sectores económicos hacia industrias de alta tecnología", dice Covianzo.Señala que Puerto Rico pasó de ser un país subdesarrollado, en los años cincuenta, con una renta per cápita de 350 dólares (cerca de 35.000 pesetas), al país más rico del área caribefla y centroamericana, con una renta actual superior a los 3.500 dólares.
Todo ello gracias al giro de los planificadores económicos puertorriqueños, que dieron paso a un proceso de industrialización basado en la concesión de grandes ventajas para los inversores norteamericanos o extranjeros. De un país básicamente agrícola, gran productor de ron, Puerto Rico pasé a contar con una activa industria petroquímica.y de transformación industrial en general.
Exención de impuestos para los inversores
La Administración de Puerto Rico concedió, hasta 1978, una exención fiscal de hasta el ciento por ciento para las empresas que invirtiesen en la isla. Esta política, junto con una mano de obra barata, incitó a muchas firmas estadounidenses a invertir en una isla cuyos productos tienen franquicia ,arancelaria para entrar en el mercado de Estados Unidos gracias a la condición de Estado asociado. "Hoy la reglamentación ha cambiado ligeramente. Ahora concedemos una franquicia de impuestos sobre los beneficios que oscila entre el 50%, el 75% y hasta el 90%, modelados en períodos de cinco a veinticincó años, según las zonas de inversión en la isla", dice Covianzo. Esta estrategia mostró su eficacia en el pasado, con la instalación de unas 2.500 firmas y creación de unos 150.000 empleos. Con oficinas en varias ciudades de Estados Unidos, junto con Francfort y Madrid, en Europa, "Fomento busca la inversión en el exterior", añade Covianzo. Pero no una inversión a cualquier precio. "No queremos empresas que busquen refugio en Puerto Rico porque han cerrado o tienen problemas en sus respectivos países".Más selectiva que al principio, la inversión en Puerto Rico se orienta hacia nuevas tecnologías, electrónica o productos farmacéuticos, en cuyo sector "contamos con la mayor concentración de empresas farmacéuticas del mundo", dicen en la sede de Fomento en Puerto Rico.
La nueva política de la Administración Reagan para la zona del Caribe, basada en idénticos pilares a los que facilitaron el desarrollo económico a Puerto Rico (libre acceso al mercado norteamericano y subvención fiscal), pone en -serio peligro el futuro económico de la isla. "No creemos que perjudique en gran manera nuestro desarrollo", dice sin embargo Covianzo. "En todo caso, estamos dispuestos a que Puerto Rico lleve la voz cantante en la política caribeña de desarrollo económico". Para el inversor europeo, fabricar en Puerto Rico es como fabricar en EE UU, más la ventana fiscal.
Preocupación por el del turismo
Si en lo que se refiere a la inversión extranjera, en Fomento son optimistas cara al futuro, en el sector turístico, otra de las áreas económicas para la isla, los responsables están preocupados de cara al futuro. Las estadísticas demuestran que, durante los dos últimos años, el turismo ha descendido el 9% en la isla. "El 90% de turistas que visitan la isla no vuelven una segunda vez", comenta un periodista puertorriqueño. ¿Por qué?. Los servicios tienen bastante que desear, en general, y otras islas del Caribe ofrecen el mismo sol, las mismas playas y palmeras, a precios más asequibles muchas veces.Casi una docena de grandes hoteles en Puerto Rico están cerrados o su explotación es deficitaria, a pesar de las excelentes comunicaciones con Estados Unidos.
Valor estratégico de Puerto Rico para EE UU
En la hostelería, al igual que en la producción industrial de alto coste de mano de obra, Puerto Rico sufre, en realidad, la competencia de los pujantes países en vías de desarrollo del área del Caribe. Este factor viene a sumarse a las incógnitas políticas y al fenómeno del terrorismo político que hace dudar a los norteamericanos a la hora de escoger sus vacaciones.Ronald Reagan, durante su campaña electoral, que le llevó triunfalmente a la Casa Blanca, defendió la tesis de convertir a Puerto Rico en el Estado 51 de la unión de EE UU. Sin embargo, el asunto no ha llegado a plantearse seriamente en el Congreso estadounidense, a la espera de una clarificación -que no se producirá hasta las próximas elecciones, en noviembre de 1984- de las fuerzas políticas puertorriqueñas.Entre tanto, Washington analiza pragmáticamente la situación de Puerto Rico, consciente de los quebraderos de cabeza suplementarios que una agravación de la crisis económica en la isla puede representar para EE UU en varios capítulos. En primer lugar puede acentuar.la emigración masiva hacia Estados Unidos, gracias a la ciudadanía norteamericana que tienen los tres millones de puertorriqueños que viven en la isla. En segundo lugar, puede contribuir a la formación de un sentimiento de descontento general, capaz de abonar el terreno para simpatías populares hacia acciones terroristas dirigidas contra intereses estadounidenses en la isla.
Otro capítulo de preocupación en Washington es que los movimientos autonomistas e independentistas de Puerto Rico logren promover en el foro de las Naciones Unidas, en Nueva York, la idea de Puerto Rico como caso colonial. Tema que se planteará, probablemente, a mediados del próximo año.
En un momento de radicalización de las relaciones entre Washington y La Habana, al que se suman las incógnitas en varios países centroamericanos, Puerto Rico, junto con las bases militares estadounidenses en las islas Vírgenes y Guantánamo (Cuba), adquiere una especial relevancia.
"La Marina está preparada para cualquier contingencia en la zona", dijo el comandante de las fuerzas navales en el Caribe, el almirante Ralph Hedges. Recienteinente, Washington reforzó también la capacidad operacional de sus fuerzas militares en el Caribe con el aumento de poderes,en el mando de Miami (Floridad). Por otra parte, el capitán de Infantería de Marina Tom Linn, en un artículo en la revista Defensa and Foreign Affairs, no descartó que Estados Unidos deba hacer frente en el futuro a un incremento de las actividades terroristas en la isla. Recordó que li 'importancia estratégica de Puerto Rico en el Caribe" convierte a la isla en "un objetivo ideal para el terrorismo". Citó la escalada de acciones contra contingentes norteamericanos, como la emboscada a un autobús que transportaba personal naval a la base de Sabana Seca, con un balance de dos muertos y ocho heridos, en diciembre de 1979.
Un triple interrogante
Los líderes políticos más radicales de Puerto Rico definen la situación de la isla como asentada sobre "un témpano de hielo que puede fundirse en cualquier momento con el calor del Caribe". Opinión, probablemente, un tanto dramatizada para una isla estrechamente vinculada a Estados Unidos, donde los intereses son mutuos en muchos capítulos, aunque las circunstancias de la época (crisis económica, recortes presupuestarios, cambios políticos en Centroamérica) inciten los ánimos en todos los frentes.¿Puerto Rico Estado 51 de la unión de EE UU, Estado autonómico -como es en la actualidado Estado independiente? Tal es el triple interrogante a que se enfrenta al futuro de la isla, sin que de momento pueda dilucidarse una clara solución. Excepto que la última opción, la de una independencia, originaría, inevitablemente, un serio enfrentamiento entre la isla y el continente estadounidense.
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