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La sociedad El Sitio, de Bilbao, solicita al ministro del Interior la devolución de su patrimonio

Fue incautado por el Gobierno de Franco durante la guerra civil

El presidente de la sociedad cultural El Sitio, Gregorio San Juan, ha dirigido sendos escritos al ministro del Interior y al alcalde de Bilbao solicitando la devolución de los bienes patrimoniales que pertenecieron a dicha sociedad hasta su incautación en 1938 por el Estado al amparo de la ley de Responsabilidades Políticas. El principal de dichos bienes, un edificio situado en pleno centro de Bilbao, fue vendido en 1942 al Ayuntamiento de dicha ciudad por una cantidad muy inferior a su valor real.

La reclamación de El Sitio se produce tras la exigencia por parte del Ayuntamiento -en realidad, de la mayoría nacionalista en la Corporación- de una determinada cuota por la utilización del salón de actos del edificio en cuestión para las conferencias que periódicamente venía organizando la mencionada sociedad cultural.El escrito dirigido al ministro del Interior recoge la historia registral del edificio, actualmente destinado a biblioteca municipal. El solar fue adquirido por El Sitio en 1888. Tres años después finalizaron las obras de construcción del edificio destinado a sede de la citada sociedad, cuyo coste fue de 300.000 pesetas. El 14 de agosto de 1938, el juez delegado de la Comisión Central de Incautaciones decretó, en virtud de la ley de Responsabilidades Políticas, firmada por Franco en plena guerra civil, la incautación de «todos los bienes pertenecientes a la sociedad de instrucción y recreo denominada El Sitio ».

"La Atenas del Norte"

Durante más de sesenta años, la sociedad El Sitio, constituida en la década de los setenta del siglo pasado, durante el cerco del Bilbao liberal por las tropas carlistas, que inspiró a Unamuno su primera novela, Paz en la guerra, fue el símbolo del liberalismo ilustrado que floreció en Bilbao en la época en que, no sin cierta exageración retórica, la capital vizcaína fue conocida como «la Atenas del Norte ». Por su tribuna desfilaron desde los krausistas y animadores de la Institución Libre de Enseñanza -Azcárate, Manuel Bartotomé Cossío- hasta los más brillantes representantes de la generación del 98 o de la intelectualidad republicana de los años treinta.Fue esta orientación progresista de El Sitio lo que determinó al régimen de Franco a incluirla, junto con los partidos republicanos y sindicatos de clase, entre las sociedades expresamente disueltas y le llevó a ordenar que se incautara su patrimonio. En 1941, el Estado procedió a vender el edificio incautado al Ayuntamiento bilbaíno, representado entonces por su alcalde Tomás Perosanz Zorrilla, sucesor en el cargo de José María de Areilza, conde de Motrico. El precio acordado fue de 600.000 pesetas, a pagar en cuatro años. La Corporación dedicó el edificio a biblioteca municipal, cuya base inicial fue el propio fondo bibliográfico de El Sitio, tras una no muy rigurosa expurgación.

Es esta dedicación cultural de su antigua sede lo que ha determinado a El Sitio a buscar una fórmula de reclamación que no suponga el cierre de la biblioteca.

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