Parar a Beguin

( ... ) Beguin podrá dar por resuelto, extinguido, el consorcio estratégico con Estados Unidos, que Reagan se vio en la obligación de suspender como respuesta a la anexión israelí del Golán, tan peligrosamente liberadora de los demonios de la guerra. Pero por el camino emprendido es muy improbable que pueda dar un paso más, pese a que le quepa hacer todo género de amenazas en contrario. Pues si resulta harto problemático la capacidad israelí para encarar autónomamente, y con armas convencionales, un nuevo choque militar con los árabes, más problemático habría de ser, todavía, que Estados Unidos le permitiera el recurso a las opciones mayores, a las alternativas nucleares. Y si Estados Unidos hará todo lo que esté de su mano -dentro de los límites de la actual situación de amistades compartidas, con Israel y con Arabia Saudí, y con el propio Egipto-, si Washington se esfuerza por suavizar la tensión para que Beguin no venga a encastillarse en las opciones sansónicas, es de prever, asimismo, que el actual jefe del Gobierno de Tel Aviv se habrá de encontrar con dificultades políticas internas de primera magnitud. Forcejear con Estados Unidos en las actuales circunstancias es empeño inasimilable a la situación del forcejeo con la autoridad británica en Palestina.23 de diciembre.