Estreno en Madrid de la "Sinfonía breve" de Homs

El estreno en Madrid de una obra de Homs, concretamente la Sinfonía breve, de 1972 reunía varias; significaciones. En primer término, como hacía constar Ramón Barce en la nota de programa, la música del compositor catalán sonaba por vez primera en las orquestas madrileñas; además, Joaquim Homs ha cumplido 75 años, por lo que ha recibido en Barcelona diversos homenajes y merecía también el de Madrid con carácter de reparación. En fin (o en principio), está el valor mismo de la Sinfonía, música plena de belleza, precisa en su desarrollo y libre en su modernidad.La personalidad de Homs, discípulo de Roberto Gerhard y, con él, uno de los primeros seguidores del schóntiergismo en España, es conocida entre nosotros principalmente a través de obras de cámara. Pero de su docena de partituras orquestales nada ha sido programado hasta hoy; sólo se ha escuchado alguna obra transmitida desde la capital catalana, a través del segundo programa de Radio Nacional.

A lo largo de 150 creaciones, la evolución del compositor, dentro de una estética y unos procedimientos mantenidos en sus líneas generales, ha evolucionado con gran coherencia hasta lograr ese aire de naturalidad, de fluida invención, de rigurosa belleza que hemos podido aplaudir en la Sinfonía breve, de tan verídica textura instrumental -lo que no siempre sucede en la música sinfónica- La versión dirigida por Otmar Maga a los sinfónicos de RTVE tuvo los valores deseables: justeza, claridad, fidelidad, buena planificación y coloración y gran poder expresivo.

El violinista Pedro León, uno de los concertinos de la orquesta, reafirmó su categoría de concertista, no por sabida menos merecedora de renovada consideración. Todo el virtuosismo de alto vuelo que decide el caniz de la Tzigane, de Ravel, quedó superado por León para ponerlo al servicio de la más refinada musicalidad. -El triunfo de Pedro León, bien asistido por sus compañeros de RTVE y el maestro Maga, fue muy grande. Más de estimar por haberlo obtenido sin acudir a los consabidos monumentos del violín con orquesta: Beethoven, Mendelssohn, Brahms, Chaikovski.

Si no me equivoco, el director checo Otmar Maga nos visitaba por vez primera. La impresión causada ha sido excelente, pues a su trabajo en la obra de Homs y en Ravel hay que añadir versiones bien realizadas, orientadas y atractivas de la Sinfonía en do y las danzas de Stravinsky.