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Nueva York conmemora el aniversario de la muerte de Lennon con conciertos en Strawberry Fields

Liverpool, la ciudad inglesa que asistió al nacimiento de los Beatles, será hoy escenario de un gran homenaje internacional al cantante de aquel grupo John Lennon, que, cuando tenía cuarenta años, fue asesinado, el 8 de diciembre de 1980, a la puerta de su domicilio de Nueva York. En esta ciudad norteamericana hubo el domingo y habrá entre hoy y mañana otras actividades en recuerdo de uno de los artistas que mayor influencia ha ejercido en la música moderna.

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Un año después de la muerte de John Lennon, un grupo de hombres y mujeres de todas las razas y colores se reúne los domingos por la mañana en la sección del Central Park neoyorquino, que se ha bautizado como Strawberry Fields, en recuerdo de una famosa composición del cantante. Un negro enciende a todo volumen una radio gigantesca, y los demás (chicas en pantalones cortos, a pesar del frío, puertorriqueños del Bronx, negros del Harlem y blancos de Manhattan) se ponen los patines y empiezan a bailar al ritmo de la música del fallecido ex beatle.Hace un año, el 8 de diciembre de 1980, Mark David Chapman, un estudiante de música, disparó cuatro tiros a John Lennon a la puerta de su casa. Chapman, que se confesó culpable, cumple condena de veinte años de cárcel en la penitenciaría de Riker Island, en las afueras de Nueva York. Los altavoces de la prisión despiertan por las mañanas a los presos con música, a veces con canciones de Lennon.

Un año después del asesinato de su marido, Yoko Ono pasa la mayor parte de su tiempo encerrada en su apartamento de la calle 73, de Manhattan, preparando su música, ordenando los papeles de John y atendiendo a innumerables problemas financieros de rutina.

Desde la ventana de su casa tiene una magnífica vista del Central Park, y los domingos por la mañana puede ver a la gente bailando sobre patines la música de John Lennon en Strawberry Fields. Yoko ha decidido cortarse el cabello, siguiendo la costumbre de las viudas japonesas, y ponerlo en la misma urna donde guarda un mechón de John Lennon.

Varios centenares de personas se reunieron ayer en Washington, en un céntrico parque que rodea el monumento a George Washington, y que está a doscientos metros de la Casa Blanca, para recordar a John Lennon en el primer aniversario de su muerte. Grupos de aficionados se turnaban en cantar en un gran estrado las canciones del ex beatle, mientras los espectadores comían sentados en la hierba.

John Lennon fue uno de los grandes portavoces de la generación de los sesenta, y los habitantes de Washington quisieron rendirle homenaje en el Mall, el parque que en esa turbulenta década fue escenario de las mayores manifestaciones contra la guerra del Vietnam y en favor de la igualdad de derechos entre blancos y negros.

En estos días, cientos de emisoras de radio de todas partes de Estados Unidos emiten durante veinticuatro horas música de John Lennon, la cadena de televisión NBC va a emitir un programa especial (le tres horas dedicado al cantante, y el legendario Radio City, el teatro de la Séptima Avenida, de Manhattan, que es el más grande del mundo, ha montado un espectáculo en homenaje al desaparecido ex beatle.

Yoko Ono, que no suele hacer declaraciones a la Prensa, ha concedido unas declaraciones al diario neoyorquino The Daily News. «John Lennon», dice, «fue una víctima de la guerra entre la paz y la violencia, fue como el fin de la razón. El equilibrio entre sensatez y locura había empezado a inclinarse en una dirección absurda. No pienso en la muerte de John como un accidente, espero que haya tenido algún efecto».

Sean Lennon, el hijo de John y Yoko, cumplió el otro día seis años y celebró su fiesta de cumpleaños en The Tavem on the Greene, un típico bar-restaurante situado en pleno Central Park que el cantante solía frecuentar. La fiesta estuvo amenizada por un mago que hizo las delicias del pequeño Sean y sus amiguitos. Este, al final de la actuación, se le acercó y le dijo: «Por favor, enséñame tus trucos para que pueda hacer que mi padre regrese».

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