Arnt Meyer-Lie: "La tortura debe ser declarada crimen internacional"

Arnt Meyer-Lie, de 57 años, y nacionalidad sueca, médico especialista en bacteriología y enfermedades tropicales, es el presidente del Consejo de Asesores Médicos de la organización humanitaria Amnistía Internacional (Al).Este organismo reúne a más de cuatro mil médicos y miles de enfermeras de 29 de los 41 países que cuentan con secciones nacionales de Al.

El doctor Meyer-Lie ha visitado España para establecer en nuestro país un consejo médico de la sección española de Amnistía Internacional.

En sus declaraciones a este periódico ha manifestado que la tortura debe ser declarada "crimen internacional", para conseguir su erradicación.

"Nuestras principal tarea consiste en ver qué puede hacer la Medicina para salvaguardar los derechos humanos en todo el mundo. Estoy muy contento por los contactos positivos que he mantenido con personas e instituciones españolas, como la Cruz Roja, la Facultad de Medicina de Madrid y otras" dice Meyer-Lie.

"Aunque no sea la única, una de nuestras actividades preferentes consiste en atender a las personas que han sufrido torturas", añade el doctor sueco. "Es una práctica desgraciadamente muy extendida, casi habitual en más de 60 países de todas las latitudes. Por desdicha, hay médicos que se prestan a realizar estas actividades criminales, que pretenden destruir al individuo física y psíquicamente

"Lo peor", añade el médico sueco, "es que no existe un código universal que permita la descalificación de estas personas que participan en la tortura, como medio de intimidación y degradación de los presos por razones de conciencia, de raza, religión o motivaciones políticas".

El Consejo de Asesores Médicos de Amnistía Internacional se ha propuesto como meta, idéntica a la de la organización internacional, "la creación de una conciencia universal contra estas prácticas inhumanas, que degradan hasta la animalidad a los propios torturadores, y a favor del respeto riguroso a los derechos humanos en todo el mundo".

Sin embargo, las dificultades para lograr estos propósitos son muy fuertes, sobre todo en el campo de la deontología médica. "La Asamblea Médica Mundial (AMM) de Tokio prohibió a todos los médicos del mundo participar en estas actividades y definió la tortura como un crimen internacional, punible para los médicos que la ejecuten en cualquier parte del mundo". "Sin embargo", -añade el doctor Arnt Meyer-Lie-, "de modo sorprendente, la ONU pidió a la AMM que suavizara esta recomendación".

Contra el sufrimiento

"Creo que la característica mundial de la profesión médica es su internacionalidad y su lucha contra el dolor, en cualquiera de sus manifestaciones. Unicamente si conseguimos entre todos que la tortura sea declarada como una actividad criminal e inhumana, perseguible por la ley, su monstruosa práctica desaparecerá del mundo".Para el doctor Meyer-Lie "nuestras investigaciones científicas sobre los enfermos para paliar su sufrimiento son todavía insuficientes para poder descubrir las secuelas que deja la tortura y su tratamiento adecuado. Hemos descubierto que existen prácticas de este tipo, como la denominada falanga, que no deja huellas visibles pero hace perder al torturado la capacidad de caminar".

En cuanto a la defensa ante la tortura, el doctor Meyer-Lie asegura que "las personas con convicciones más profundas, suelen soportar mejor este castigo".