Reagan propone a la URSS un programa de desarme global

Estados Unidos está dispuesto a suspender el despliegue de los misiles Pershing II y Cruise en territorio europeo si la Unión Soviética desmantela sus misiles SS-20, SS-4 y SS-5, aseguró ayer el presidente norteamericano, Ronald Reagan, al hacer público el contenido de las propuestas sobre un desarme global que Washington llevará a las conversaciones que la URSS y EE UU iniciarán el próximo día 30 en Ginebra.

Reagan entiende que si la Unión Soviética aceptaría su propuesta, «juntos podríamos reducir considerablemente la amenaza de una guerra nuclear que se cierne sobre el pueblo europeo. Esto, al igual que la primera huella del hombre sobre la Luna», afirmó el presidente norteamericano, «sería un paso gigantesco para la humanidad».La primera reacción de Moscú, donde el embajador norteamericano hizo entrega por adelantado del texto del discurso a las autoridades soviéticas, fue relativamente displicente. La agencia Tass calificó las propuestas de Reagan, de «mera propaganda», recalcando que el primer mandatario norteamericano había evitado cuidadosamente referirse al armamento que Estados Unidos tiene estacionado en Europa y a las armas nucleares de que disponen sus aliados. Ello, afirma la agencia soviética, muestra que «las propuestas de Estados Unidos no pasan de ser mera propaganda» y que tienen por objetivo «bloquear las conversaciones de Ginebra sobre los euromisiles».

Entre las diversas propuestas lanzadas ayer por Reagan, según informa Ramón Vilaró desde Washington, destaca el inicio de negociaciones sobre armas estratégicas, «lo antes posible el año próximo», que cambiarán su nombre de SALT (Tratado para la Limitación de Armas Estratégicas) por el de START (término que en inglés quiere decir «comienzo», y que aquí significa Conversaciones para la Reducción de las Armas Estratégicas).

Asimismo, el presidente norteamericano propuso a la Unión Soviética buscar «la igualdad en los niveles inferiores de las fuerzas convencionales en Europa». Y, a fin de «reducir los riesgos de un ataque por sorpresa, y la posibilidad de una guerra que surja de la incertidumbre o el cálculo erróneo», Reagan también insiste en la celebración de una Conferencia sobre Desarme en Europa.

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