José Luis Abellán reivindica la originalidad histórica del pensamiento español
Presentado el tercer tomo de su "Historia crítica" de la filosofía
«Yo creo que actualmente en España hay un anhelo profundo de transformación y de cambio de la sociedad, aunque al mismo tiempo algunos grupos retrógrados intentan frenarlo. Pero la actualidad todavía no es materia de historia, y por eso sólo puedo darle mi opinión como ciudadano», dijo a EL PAIS el profesor José Luis Abellán, poco antes de comenzar en el salón de actos de la Casa del Libro de Espasa Calpe la presentación del tercer tomo de su obra Historia crítica del pensamiento español, que abarca los siglos XVII y XVIII y que fue presentado por los profesores Francisco Bustelo, Pedro Laín Entralgo, José Luis Jover Serrano y Antonio Tovar.
ANTOLIN«Creo que el pensamiento español es profundamente original, con una originalidad proveniente de la peculiaridad de la misma historia española», dijo el profesor Abellán a EL PAIS antes de comenzar el acto. «En cuanto a las características de este pensamiento, puede considerarse que son tres: entendimiento de la filosofía como negación de la religión del éxito; tendencia a la elaboración de mitos y utopías, y, en contraposición paradójica con lo anterior, tendencia a la elaboración de aspectos concretos y prácticos del pensamiento frente a las tendencias metafísicas y ontológicas tradicionales».Abellán señaló como figuras principales del pensamiento de los siglos XVII y XVIII las de Cervantes, Quevedo, Gracián y Calderón en el período barroco; las de Andrés Piquer y Gregorio Mayans, en la transición, y la de Jovellanos como personaje indiscutible de la Ilustración: «Yo creo que el pensamiento español de esta época no es ni más ni menos progresista que el de otros países», nos dijo también, «pero lo que sí es, evidentemente, es distinto. Unas veces es muy progresista, muy por encima del pensamiento universal, y otras todo lo contrario».
En cuanto a la influencia del pensamiento en la vida del pueblo, considera el profesor Abellán que «sí que ha influido. Unas veces en las minorías y otras en el pueblo, de cuya voluntad llega en ocasiones a ser expresión. El pensamiento ha estado en España siempre muy cerca de la realidad».
"Manual utilísimo"
Poco después, los profesores Bustelo, Laín Entralgo, Jover Zamora y Tovar se dedicaron a analizar para el público, que llenaba la sala, la obra de su colega, quien terminó, según su propia confesión, «totalmente abrumado y emocionado, como un padre en un bautizo, cuando muestra el hijo recién nacido a los amigos y parientes».Francisco Bustelo, rector de la Universidad Complutense, calificó el libro de Abellán de «manual utilísimo y acervo de sugerencias», y mostró su esperanza de que «ahora que parece que van a soplar nuevos vientos en la universidad, podamos ofrecerle esa cátedra que sin duda merece».
"Obra acabada"
Para José María Jover Zamora se trata ante todo de una «obra acabada, obra bien hecha, esperanza cumplida», y también de «utilísimo instrumento de trabajo. Una obra de conjunto sobre el pensamiento que faltaba absolutamente», dijo. «Un libro que sin ser de texto diera razón sistemáticamente de la historia del pensamiento desde la perspectiva de la historia global».Por su parte, Pedro Laín Entralgo enardeció a los oyentes instándoles a «salir de aquí con un juramento, los políticos, los intelectuales y los editores juntos, para que lo que en la historia de España no se hizo podamos en alguna manera hacerlo». Con el mismo entusiasmo aseguró que «debemos ponernos a trabajar, a romper los codos sobre la mesa sin esperar a ver si nos dan más o menos dinero por ello». Culpó a la sociedad española, «incluidos los políticos», de que «pese al esfuerzo de las minorías no se interese por la ciencia», y aseguró que «la parte de la riqueza que se dedica en España a la ciencia no es simplemente la de un país pobre, sino más bien la de un país al que no le interesa la cultura ni la ciencia. Si no fuera tan triste», añadió, «deberíamos decir que es grotesco». Por último, de la obra de José Luis Abellán dijo que «estamos ante un libro importante y ante un libro acertado. En el futuro se hablará de él como de El Abellán, y se convertirá en un vademécum de los que quieran entender la ciencia que hubo, la que no hubo y la que debe haber».
Antonio Tovar, después de analizar la obra, dijo que «debemos agradecer a Abellán el esfuerzo por reunir por primera vez los resultados de muchos decenios de investigación», y a continuación intervino el autor para confesar que «se me han olvidado con la emoción todas las ideas magníficas que traía preparadas», y en vista de ello prefirió hablar de su agradecimiento a los presentes, de su alegría «de padre que tiene derecho a abrir su corazón. La obra que os entrego es una obra con mucha erudición, pero, sobre todo, con mucha pasión». Y dijo para terminar: «y yo he querido hacer con este libro una obra patriótica, para todos los españoles, una obra para contribuir a una España mejor».
Babelia
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