Coste y financiación de la prestacion por desempleo

El paro plantea además de sus consecuencias intrínsecas, una ddificultad adicional: su financiación. El Acuerdo Nacional de Empleo puede contribuir a paliar ambos problemas si cada uno de los protagonistas del mismo sabe cumplir generosa mente con el papel que le corresponde.

El más grave problema que tiene la economía española en estos momentos es el del paro, que afecta a todo el territorio nacional, aunque con más intensidad a determinadas regiones y a todas las edades, aunque predomine el paro juvenil.Es bien cierto que este fenómeno es general a toda la Comunidad Económica Europa; sin embargo, es preciso matizar la mayor intensidad con que se manifiesta en España. Mientras que en la CEE la tasa de paro sobre la población activa sólo sobrepasa ligeramente el 7%, en España está ya en el 14%, con el agravante, además, de que en nuestra nación sólo es activo el 34% de la población total, mientras que en la CEE la tasa de actividad sobrepasa el 42%, lo que pone de manifiesto la dificultad para entrar en el mercado de trabajó ante la falta de empleos.

Sin perjuicio de la necesidad de estudiar las causas de este, paro y de luchar por su , remedio, pues, como. dijo William H. Beveridge, "las estadísticas de paro constituyen la expresión de una tragedia de seres humanos" es evidente que el nivel que ha alcanzado todos los países han destinado recursos crecientes para proporcionar a los parados unos ingresos que aseguren un mínimo de subsistencia.

El trabajo La prestación por desempleo: costes y financiación, que he publicado en el número 8 de Papeles de la Economía Española, analiza para el período 1960-1981 la evolución del coste económico y financiero que para nuestro país supone el seguro de desempleo, cuyas conclusiones en líneas generales son las siguientes:

La fuerte repercusión que la crisis económica ha tenido Sobre el desempleo, ya que en 1974 la tasa de paro era sólo del 2,6% de la población activa, en tanto que en 1981 es del 14%. El comportamiento de la inversión a lo largo del período 1975-1980, con tasas reales de crecimiento negativo, es la variable que explica el fuerte crecimiento del paro.

Auménto del subsidio de paro

Este aumento en el número de parados ha sido la principalicausa de que los recursos destinados a financiar él subsidio de desempleo hayan pasado de representar en 1974 el 0,18% del producto interior bruto al 2,6% en 1981, con una fuerte aceleración de la participación en el PIB en los años 1980 y 1981, que muestran ganancias de más de medio punto por año.

Otros factores han incluido en el fuerte crecimiento del fondo de desempleo: la extensión del paro a trabajadores pertenecientes a categorías socioeconómicas de mayor nivel de ingreso y la presión de los sindicatos para conseguir elevaciones en la cuantía del seguro de desempleo y para extender su campo de protección.

Mientras que en 1974 la cantidad percibida por parado era d 6.828 pesetas mensuales como media, análoga al salario mínimo irterprofesional, a partir de 1977 el coste neto por receptor en paro ha superado de manera permanente el salario mínimo interprofesional (en 1981 el 37%), siendo cada ve mayor la separación entre las curvas representativas de dichas variables. Igualmente, la tasa de cobertura de la prestación de desempleo, expresada en tanto por cierto de la población en paro, ha ido creciendo paulatinamente a partir de 1974, pasando del 20,5% en 1981.

Problemas financieros,

La crisis, plantea problemas tanto el económicos como financieros. En el aspecto económico hay que resaltar que por el sólo hecho del aumento vegetativo de pensionistas y de perceptores del subsidio de paro, los gastos derivados de estas prestaciones absorberán en el corriente año 0,8 puntos de crecimiento del producto interior bruto. en términos reales, es decir prácticamente la totalidad del crecimiento esperado.

Dado que el aumento de pensionistas en la actual situación de economía española puede llegar a acelerarse como consecuencia de la rebaja en la edad de jubilación que, en lo referente a los desempleados, es preciso garantizarles unos ingresos mínimos, aunque sólo sea para evitar situaciones explosivas (por tanto, se trata de gastos que no pueden reducirse es evidente que la economía española debe encontrar rápidamen el camino de un mayor crecimiento, que permita destinar una parte del mismo a la inversión creador de puestos de trabajo, púes el caso contrario cada vez será más difícil la salida de esta crisis.

El círculo vicioso del paro ha hecho su aparición: el escaso crecimiento conduce a un paro cada vez mayor; para paliar las consecuencias se destinan recursos crecientes en favor de los parados, que reduce el margen para nuevas inversiones y, por tanto, la posibilidad de aumentar el crecimiento.

Es necesario romper a toda costa este círculo, y creemos que Acuerdo Nacional sobre Empleo puede constituir un instrumento eficaz, si cada uno de los protagonistas del mismo sabe cumplir generosamente con el papel que corresponde.

Por otra parte, se presenta para la Seguridad Social, entendiendo ésta en sentido amplio, un gran problema financiero, como consecuencia de mantenerse casi estable el número de cotizantes y experimentar un fuerte crecimiento número de pensionistas y de beneficiarios del desempleo, cuyo índice para 1981 es inferior al 2% (en 1974 era de 3,7%), es decir, que por cada dos personas que cotizan a la Seguridad Social hay un pensionista o un desempleado.