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Cadena de reajustes en los precios del petróleo después de su unificación por la OPEP

La decisión de la OPEP de unificar sus precios en 34 dólares por barril provocó ayer una serie de reajustes en los precios del crudo por parte de los productores, capitaneados por Arabia Saudí, cuyo ministro del Petróleo, jeque Zaki Yamani, anunció en Ginebra que la esperada subida de dos dólares en el crudo arábigo ligero tendrá efectividad desde el pasado primero de octubre. El Gobierno saudí anunció ayer la reducción de su producción petrolífera.

A pesar de que varios países, como Venezuela, Kuwait y Emiratos Arabes, reajustaron a la baja su precio, hasta colocarlo en línea con los 34 dólares aprobados, es de esperar que las decisiones de Ginebra supongan un ligero encarecimiento del crudo importado en Occidente, incluída España, ya que es de suponer que muchos descuentos aplicados por los productores desaparezcan, al menos momentáneamente.Tal es el caso de Nigeria, cuyo crudo ha estado vendiéndose, incluso en contratos a largo plazo, en unos 34,50 dólares (gracias a la aplicación de la cláusula del pago en noventa días). Expertos petroleros esperan que el crudo nigeriano alcance, a partir del primero de noviembre, los 37 o 38 dólares, aunque nada hace suponer que su rebaja financiera desaparezca.

Para España, según, declaró ayer Luis Magaña, comisario de Energía, la unificación de los precios no afectará a nuestra factura petrolera de este año, estimada en unos 12.000 millones de dólares. La razón es bien sencilla: la mayor parte de los crudos que se consumirán este año han sido comprados ya.

No obstante, sobre estas compras pesa ahora la amenaza de la retroactividad al primero de octubre de la subida saudí, lo que es particularmente grave para Enpetrol, empresa nacional que se abastece casi totalmente en dicho mercado. Por el contrario, la privada Cepsa se puede beneficiar a la larga de los ajustes de Ginebra, ya que su principal suministrador, Nigeria, no se espera que cobre los precios máximos de hace un año.

A 36-37 dólares por barril que se va a poner, el crudo bonny nigeriano es mucho más rentable que el ligero o pesado procedente del Golfo, cuyo precio oscilará sobre los 34 dólares. Asimismo, los deseos nigerianos de recuperar clientes le hará mantener algunos de los descuentos previos, con lo que su crudo se hace aún más competitivo.

Respecto al efecto el año próximo, el propio Magaña ha señalado que es prematuro aventurar cualquier hipótesis. Lo primero que hay que vigilar, a este respecto, es la evolución de la cotización del dólar sobre la peseta. Después habrá que esperar al efecto que los reajustes tienen en el ercado mundial de crudo y lo que suceda en Abu Dhabi el próximo diciembre, cuando la OPEP debe ajustar la estructura de los diferenciales de calidad y localización. Otro interrogante es México, nuestro segundo suministrador, que debe anunciar su nuevo precio en las próximas horas.

En cualquier caso, muchos expertos están de acuerdo con el ministro venezolano de Energía y Minas, Humberto Calderón Berti, quien al final de la reunión de la OPEP hizo en Ginebra un detallado análisis de las repercusiones. Según Calderón Berti, es de esperar que los productos refinados experimenten un ligero incremento como consecuencia de una elevación aproximada de uno o dos dólares en el costo medio de los crudos para las refinerías.

Hay que tener en cuenta, explicaba Calderón, que si bien algunos crudos han bajado -los de máxima o alta calidad-, los pesados se van a ajustar al alza, en función del nuevo precio de referencia de 34 dólares. Así, los pesados saudíes subirán, y lo mismo harán los venezolanos, que antes se podían adquirir por unos treinta dólares.

La explicación de Calderón continuaba argumentando que si hasta ahora las refinerías habían podido compensar las pérdidas en los crudos ligeros con los ahorros en los pesados, esta situación iba a cambiar ahora.

Algo parecido dijo el ministro kuwaití Alí Khalifa en su propio análisis. Según el kuwaití, la unificación persigue la creación de un tipo de mercado diferente, mucho más ajustado y sin los sobresaltos de los dos últimos años. "Yo creo", dijo, "que a la larga va a beneficiar por igual a los productores y a los consumidores, aunque eso lo dirá el tiempo. En cualquier caso, lo que buscamos es estabilidad".

Otro de los efectos importantes de la unificación hay que esperarlo en la posible alza que experimenta el petróleo del mar del Norte.

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