Los países europeos de la OTAN quieren que Estados Unidos estudie la "opción cero"
Los países europeos miembros de la Alianza Atlántica desean que Estados Unidos estudie seriamente la posibilidad de llegar a una opción cero -no instalación de euromisiles- en sus conversaciones con la Unión Soviética para el control y la limitación de armamento nuclear instalado en Europa. Las conversaciones se iniciarán el próximo día 30 de noviembre en Ginebra (Suiza). El grupo consultivo de la OTAN encargado de prepararlas ha celebrado una nueva reunión en Bruselas.Los expertos, presididos por el secretario de Estado norteamericano para Asuntos Europeos, Lawrence Eagleburger, analizaron la repercusión de las manifestaciones pacifistas que se celebraron la pasada semana en varias capitales europeas y expresaron su confianza en que el movimiento antinuclear pierda alao de su fuerza actual cuando se inicien las negociaciones.
Los europeos insistieron, al parecer, en la necesidad de que la opinión pública tenga información sobre el desarrollo de estas conversaciones, a fin de que no pueda llegar a creer que si languidecen es por culpa de Washington y la Administración Reagan.
Los observadores coinciden en que las negociaciones serán largas y difíciles, y para algunos existe el riesgo de que se hayan creado demasiadas expectativas que podrían verse defraudadas.
Eagleburger intentó contrarrestar los efectos de las recientes afirmaciones de Reagan, asegurando que "está excluida una guerra nuclear limitada a Europa". El secretario de Estado adjunto se quejó de la imagen de Norteamérica que presentan algunos medios de información europeos, para los que Washington es comparable a Moscú.
Desde un punto de vista político, los expertos europeos apoyaron la conveniencia de defender la llamada opción cero, que supondría la no instalación de los euromisiles, de forma que si esta idea no prospera, el fracaso pueda ser atribuido a la actitud soviética y no a la norteamericana.
Nadie oculta, sin embargo, que la opción cero es una posibilidad remota. Estados Unidos y, la Unión Soviética no coinciden siquiera en el recuento de las armas nucleares que deben formar parte de las negociaciones.
Para Washington, no sería suficiente que Moscú retirara los SS-20 instalados en el territorio soviético europeo, ya que se trata de misiles móviles que podrían ser trasladados, llegado el caso, desde la frontera chino-soviética hasta un punto desde donde puedan alcanzar Europa occidental. Para los soviéticos, las negociaciones no deben incluir sólo los euromisiles, sino también los aviones norteamericanos que se encuentran en la República Federal de Alemania, dotados de armamento nuclear.
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