Los dos DC-8 que utiliza el Rey en sus desplazamientos, sometidos a profunda revisión

Los dos aviones DC-8 de la Fuerza Aérea Española que utiliza el Rey en sus viajes oficiales de larga distancia vienen siendo revisados puntual y profundamente ante un importante retraso en la inspección de ambos aparatos, ocurrida hace alrededor de siete meses, así como tras observarse a principios de este año serias deficiencias en el estado de los dos aparatos, que fueron utilizados por la compañía Iberia para vuelos transatlánticos en la década de los sesenta.

El secretario general de la Casa Real, Sabino Fernández del Campo, manifestó a EL PAIS que «la seguridad de don Juan Carlos y su familia es algo prioritario, y aunque nos preocupa este tema, no es necesario alarmarse, puesto que progresivamente comprobamos el perfecto estado de los aparatos».Entre las más importantes deficiencias observadas en el informe de 1981 que se encuentra en el despacho del teniente general jefe del Mando de Material Aéreo, Emilio Occonor Valdiviolao, quien se negó a cambiar impresiones sobre el tema con este periódico, figuran significativos datos, tales como que el motor eléctrico que controla el estabilizador horizontal había sobrepasado en veintiocho meses su período de revisión o que 43 elementos que figuran en la relación de componentes más importantes no tenían tarjeta de situación. Actualmente, el servicio de mantenimiento de estos dos aviones es responsabilidad de Iberia, aunque el Ejército del Aire realiza constantemente un «servicio de mantenimiento de línea».

En el citado informe asimismo podía observarse que el control de los alerones de los mandos de vuelo, uno de los componentes de vida limitada de estos aparatos, no figuraba en el estracto entregado por Iberia al Ejército del Aire. Por otra parte, según consta en el mismo estudio, había aparatos que habían sobrepasado su período fijado para revisión, como la válvula de aceite única, las válvulas de deshielo de los planos, la bomba auxiliar hidráulica, el altímetro, la batería de emergencia del horizonte artificial o el servicio de protección contra hielo y lluvia, entre otros.

Carta a Iberia

Ante estas deficiencias, Emilio Occonor envió urgentemente una carta al presidente de Iberia, Felipe Cons, con fecha 17 de febrero de 1981, en la que le expresaba su preocupación por tales irregularidades, así como, y de manera especial, por el retraso de unos dos meses en la revisión de los dos DC-8 que le había sido notificada ante la imposibilidad material de hacerlo la compañía Iberia por falta de hangares y técnicos en el plazo fijado. Poco después, los ingenieros aeronáuticos del servicio de mantenimiento de esta compañía resolvieron el problema, asegurando que tal revisión podría retrasarse sin ningún tipo de problemas que afectara a la seguridad de los aparatos.

Estos dos aviones son revisados mensualmente por parte de los servicios de mantenimiento de Iberia, de acuerdo con un programa aprobado por la compañía americana que los fabricaba, y posteriormente pasan inspecciones más profundas cada dos, cuatro, doce, 36 y 72 meses. Con 29.011 horas de vuelo, el DC-8, con numeración T. 15.1 que ha desplazado a los Reyes en su reciente viaje oficial a Estados Unidos, fue revisado totalmente en 1980. Después del mencionado retraso en su revisión el pasado mes de febrero, estas inspecciones han sido realizadas correctamente. La última fue efectuada el pasado 14 de septiembre.

El jefe de ingeniería de estructuras y sistemas de la compañía Iberia, Francisco Cartujo, manifestó a este periódico, con relación a la seguridad de estos aviones, que «el mantenimiento de estos aparatos es cuidadoso y excesivamente conservador». Ante el retraso en las revisiones de febrero de ambos DC-8, Francisco Cartujo señaló que «es cierto que tuvimos dificultades a la hora de cumplir el programa de inspección, pero pudimos prolongar su revisión demostrando técnicamente que el retraso no afectaría en lo más mínimo al perfecto estado del avión». «La seguridad es prioritaria», añadía Cartujo, «lo que no quiere decir que haya problemas de mantenimiento, como ocurre con todos los aviones, pero creo que no es necesario alarmar; los técnicos sabemos que esos datos pueden alarmar a los burócratas, pero no es para tanto».

El DC-8, con numeración T. 15.2, utilizado en pocas ocasiones, ya que no tiene incorporado un necesario centro de comunicaciones como el anterior y no está perfectamente acondicionado para los viajes oficiales, lleva actualmente 43.675 horas de vuelo y su gran revisión fue finalizada el pasado mes de septiembre. Junto con estos dos DC-8, la flotilla utilizada por los Reyes, el presidente del Gobierno y los ministros, a petición de don Juan Carlos, quien se opuso a que tales aparatos fueran para su uso exclusivo, está compuesta por otros cuatro aviones Mystère, para vuelos de corta distancia, y cuatro helicópteros.

Por otra parte, Sabino Fernández del Campo, secretario general de la Casa del Rey, manifestó a este periódico que «aunque estos aviones no son nuevos, pero sí experimentados, son revisados con el máximo rigor, puesto que nos preocupa, de forma prioritaria, la seguridad de la familia real, y constantemente gestionamos y recordamos que el mantenimiento de estos aparatos sea absolutamente rígido, como en realidad es. No es necesario alarmarse».