Jesús Fernández Santos presenta su novela "Cabrera"
La última novela de Jesús Femández Santos Cabrera se presenta esta tarde en Madrid, a las 20.30 horas, en el hotel Villamagna. El acto de presentación corre a cargo del presidente de PRISA, sociedad editora de EL PAIS, José Ortega Spottorno. Jesús Fernández Santos es autor de ocho novelas largas y cuatro libros de relatos, aparte de su dedicación ensayística y cinematográfica.
Cabrera se centra en el primer campo de concentración conocido de la historia, instalado en la pequeña isla balear del mismo nombre, donde las autoridades españolas reunieron a los prisioneros franceses derrotados en Bailén.«Suele decirse al hablar de nuestra guerra contra Napoleón», señala el novelista, «que España se alzó en armas contra él como un sólo hombre. Sin embargo, como Amorós anotaba en su tiempo, que más de dos millones de españoles prestaron juramento de fidelidad a su hermano José, un rey al que se esforzaban en llamar intruso. Llorente, por su parte, añade que más de 12.000 familias se vieron obligadas a buscar asilo en Francia, en Italia, en Inglaterra y hasta en Africa. Como vemos, nuestra historia en lo que a exilios se refiere, se repite a menudo. Junto a aquéllos que volvieron sus ojos hacia Napoleón por razones ideológicas o intelectuales hubo también -y de eso sabemos un poco los españoles- otros que lo hicieron por razones de medro personal».
«Tal es el caso de los protagonistas de esta historia, siempre a la huella de los Ejércitos del emperador desde las tierras de La Mancha, formando parte de uno de los convoyes que por entonces acostumbraban a seguirlos viviendo de sus migajas de comida y de gloria».
Pregunta. Pero, ¿pretende el escritor justificar aquel primer campo de concentración? ¿Es su obra un estudio histórico o algo más?
Respuesta. Ningún tribunal de la Historia podrá ya juzgar los pecados de aquellas tropas o la venganza y represalias de sus víctimas luego. Es difícil saber si el campo de concentración de la isla de Cabrera, el primero del que se tienen datos y memoria, estuvo justificado o no; si lo que en él sucedió fue culpa de la Administración española o no. Yo sólo quise hacer una novela, pero el fondo histórico sobre el que los personajes se alzan, inspirado en los diarios que ellos mismos escribieron alvolver a su patria, se ha repetido luego numerosas veces dentro y fuera de Espana.
Por ello, es preciso recordarlos ahora que vaga sobre nosotros la amenaza de una guerra más, no sabemos si total o parcial.
El primer diario que utilicé lo tuve que copiar, hoja por hoja, hace bastantes años, en la Biblioteca Nacional de Madrid. Los otros los encargué a la de París, donde hallé incluso uno de un soldado español que tras servir a las órdenes del marqués de la Romana, en Dinamarca, luchó por propia voluntad con otros dos regimientos en los ejércitos de Napoleón, camino de Moscú, participando en la gran retirada.
P. Sin embargo, el libro, a pesar de tratar de los vencidos en Bailén, se coloca en una voz española. Y además el tono parece resucitar un español decimonónico, como si fuera de una picaresca retardada.
R. Al plantear el libro era importante elegir entre contarlo desde el lado francés o desde el español. A la postre me decidí por este segundo tratamiento por razones obvias. Luego vino el problema del lenguaje, al ser contado todo en primera persona. De nuevo, como en libros anteriores, fue necesario crear un modo de expresión capaz de ser comprendido hoy, y a la vez vivo en el siglo en que la acción sucede.
Tampoco me resultó demasiado fácil elegir qué tipo de narración resultaría más eficaz, pero siempre he creído y sigo creyendo que el fondo acaba por imponer la forma por encima de cualquier intención previa. Así, es posible que haya resultado a la postre una moderna novela picaresca.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.