Guernica ya tiene una calle con el nombre del pintor
«Somos conscientes de que la tarea de recuperación del Guernica para Guernica es una tarea larga en su desarrollo y en la cual tendremos que romper muchos esquemas prefabricados», dijo el alcalde de la villa vizcaína en el acto celebrado el domingo en la Casa de Juntas, en el marco de la conmemoración del centenario de Picasso, que en Euskadi tuvo un marcado carácter reivindicativo en torno a la consigna que reclama la instalación del cuadro en la ciudad cuya destrucción violenta inspiró la obra y cuyo autor tiene desde anteayer una calle en la villa foral.Prueba de la confianza con que se aborda esa «larga tarea para la que pedimos nuevas ideas en torno a nuestro proyecto» fue la conferencia con que se abrieron los actos y en la que varios arquitectos y políticos expusieron el estado actual del proyecto de construcción en Guernica de un museo destinado a albergar la obra de Picasso.
Dicho proyecto, que no se ha interrumpido pese a la opinión de quienes consideran irreversible su instalación en Madrid, se concretó recientemente con la celebración de un concurso internacional en el que más de un centenar de arquitectos y urbanistas de todo el mundo presentaron sus respectivas ideas de lo que consideraban el marco adecuado para el Guernica. Un jurado, del que formaron parte, entre otros, Ludovico Quaroni, Oriol Bohigas, Vittorio Feo, Pena Ganchegui, Caro Baroja y Eduardo Chillida, otorgó el pasado mes de mayo el premio a un proyecto que encuadraba el museo en el marco más amplio de remodelación de la zona que rodea a la Casa de Juntas, que se convertiría en un centro histórico-cultural.
Recogiendo iniciativas que parten en realidad de fines de los años sesenta y que contaron en su día con el apoyo de amplios sectores de la oposición al franquismo, ese centro histórico-cultural que enmarcaría al Guernica de Picasso se convertiría, por una parte, en un monumento a los valores de protesta contra la barbarie simbolizados en el cuadro, y en eje de un renacimiento cultural vasco, por otra.
Filosofía autonómica
Muchos de los artistas que ya entonces apoyaron la idea y ofrecieron obras suyas para crear un fondo inicial destinado a justificar el proyecto figuran en la lista de adhesiones a la consigna El «Guernica» a Guernica, recibidas en el Ayuntamiento de la villa foral y que leyó su alcalde el domingo: Tàpies, Canogar, Oteiza, Equipo Crónica, Chillida, Genovés, Viola, Saura, entre otros muchos, han reiterado, junto a su apoyo a la idea, su ofrecimiento de obra. Personalidades de otras áreas culturales, como Julio Caro, Gabriel Celaya, Cela, Joaquín Achúcarro, Nicanor Zabaleta, María del Mar Bonet, Llach, Víctor Manuel, Ana Belén, Bozal, Aguilera Cerni y Rabal se adhirieron también.Los «esquemas prefabricados que habría que romper», a los que se refirió el alcalde de Guernica, son fundamentalmente los derivados de «una concepción centralista heredada del pasado» de la que «se deduce falsamente que la propia importancia de la obra requiere su instalación en la capital del Estado». La puesta en cuestión de esta filosofía, «Incompatible con la concepción autonómica del Estado», más el deseo de «vincular la obra de Picasso al motivo humano que lo inspiró son, junto con el apoyo al proyecto de hacer de la presencia del Guernica «eje de un nuevo renacimiento cultural vasco» implícito en la iniciativa, son las razones en que basan su pronunciamiento las personalidades citadas. Estas razones son también las que determinaron en su día la petición unánime por parte de las juntas generales de Vizcaya y el Parlamento vasco de que el Guernica fuera finalmente instalado en la ciudad bombardeada durante la guerra civil, en 1937.
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