Intentan desecar la última laguna de agua dulce de Galicia

La Sociedad Gallega de Historia Natural ha solicitado a la Administración que se declare paraje natural protegido la laguna de las Gándaras de Budiño y sus zonas adyacentes, por considerar que esta zona húmeda posee demasiado valor ecológico como para ser desecada y convertida en polígono industrial, tal como prevén los planes de ordenación del territorio del municipio de Porriño, cerca de Vigo. La Sociedad Gallega de Historia Natural también pide que se acabe con los vertidos residuales, que contaminan gravemente la zona, y se dejen de vender parcelas en la zona a proteger, permutando las ya vendidas por otras situadas fuera de la zona.Las Gándaras de Budiño son una serie de lagunas formadas por el río Louro. Su importancia ecológica radica en que son las últimas lagunas de agua dulce que quedan en Galicia, después de la desecación de la laguna de Antela, en Orense, y de la de Cospeito, en Lugo. La laguna principal de esta zona de turberas tiene una extensión aproximada de 40.000 metros cuadrados, y en ella se han contabilizado 140 especies de aves, cifra de gran importancia para una zona tan pequeña. Según la Sociedad Gallega de Historia Natural, «es intolerable que en una zona de esta importancia ecológica se estén vertiendo diariamente toneladas de residuos, con el fin de desecarla y urbanizarla, como si en todo el municipio de Budiño no hubiera otros terrenos disponibles».