"Que entre el ministro"

Una maravillosa excursión a San Lorenzo de El Escorial puede resultar inolvidable al intentar visitar el famoso monasterio y darse cuenta, una vez más, de que el proceso de selectividad cultural no se queda solamente en colegios y universidades particulares, teatro, etcétera, puesto que ya ni los estudiantes podemos entrar a los monumentos nacionales.El precio de la entrada puede considerarse más o menos abusivo según las posibilidades económicas del visitante y considerando que al precio del tren desde Madrid y al vino para poder comerte la tortilla que traes de casa hay que añadirle las 175 pesetas que te piden por entrar a dicho monasterio. Es probable que, si las llevas, no te dé la gana de entregarlas a cambio de la entrada a un lugar que debería ser público o al menos establecer la gratuidad o reducciones para estudiantes, militares, parados y demás ciudadanos de segunda categoría para los que 175 pelas supone la suficiente cantidad como para pensárselo dos veces, antes que renunciar al vino, decirle a la taquillera: "Mire, señora: ya sé que usted no tiene la culpa, ,pero que entre el ministro de Cultura".

Para amortiguar el palo, te dicen que por el mismo precio puedes visitar también la casita del príncipe, la silla del rey y los museos del monasterio. O sea, que además de comprar la posibilidad de entrar a ver un monumento te da la sensación de estar en unos grandes almacenes en los que te ofrecen la magnífica oferta de un buen lote de cosas por el módico precio de 175 pesetas. ¿Y si sólo quiero ver el museo?/