Dudas de Weinberger sobre la neutralidad de Suecia

La visita oficial de cuatro días que el ministro de Defensa de Estados Unidos, Caspar Weinberger, está efectuando a Suecia estuvo precedida de cierto malestar, o por lo menos, de algunos malentendidos.La causa fueron unas declaraciones formuladas por aquél a corresponsales de diarios suecos en Washington, en las que afirmó tajantemente que, según su criterio, "Suecia no era un país neutral".

No resultó extraño que las primeras palabras del visitante apenas desembarcado en el aeropuerto de Arlanda fueran para aclarar y rectificar las expresiones anteriores. Esta vez afirmó que Estados Unidos respeta la política de libre alianzas de Suecia y su vocación de neutralidad en caso de guerra. Horas antes de su llegada, la Embajada de EE UU en Estocolmo había adelantado también unas aclaraciones sobre el contenido de las manifestaciones de Weinberger antes de su partida.

El incidente produjo mayor impacto porque fue inevitablemente asociado a expresiones de contenido similar formuladas unas semanas atrás por el propio ministro de Defensa de Suecia, Torsten Gustavsson, con motivo de hacerse público que oficiales suecos recibían adiestramiento en países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. También Gustavsson debió rectificar, después que Olof Palme, líder del partido socialdemócrata y presumible vencedor de las elecciones de 1982, criticara duramente las manifestaciones del ministro.

Ambos incidentes quedaron zanjados, pero las aclaraciones no lograron disipar las dudas que han quedado flotando respecto a la neutralidad sueca, algo en lo que hasta ahora todos los partidos y dirigentes parecían estar de acuerdo.

La visita del ministro norteamericano ha provocado inquietud en diversos medios suecos. Diversas organizaciones pacifistas realizaron una marcha de protesta simultáneamente con el arribo de Weinberger. Pero, al margen de esto, Suecia es un país donde la conciencia pacifista está firmemente arraigada. Es también el país donde la propuesta de creación de una Europa nórdica desnuclearizada ha tenido mayor eco y más calificados defensores. Muchos piensan que la visita del emisario estadounidense está directamente vinculada a este tema.