_
_
_
_
"POP"

Renbourn y Grossman, un aburrimiento folklórico

Stefan Grossman parecía un miembro descolgado de Viva la Gente sobre el escenario del Alcalá Palace, tan bonito con su decoración brechtiana-juguetona. Era el pasado martes, y el patio de butacas mostraba numerosos claros, prontamente cubiertos por ruidosas oleadas provenientes del gallinero.Stefan Grossman es hombre que ha tenido muchos amigos. Desde el reverendo Gary Davis hasta Janis Joplin, pasando por John Sebastian, Sun House, Mike Bloorrifield y muchos otros. Formó parte de los míticos Fugs de Nueva York, y luego tomó contacto con folkloristas ingleses. Ha escrito libros sobre cómo tocar la guitarra y discos sobre lo raismo. Es un trabajador, y tal vez sea esto lo mejor que se pueda clecir de él.

Porque la sesión con que nos castigó, plagada de gracias absurdas, de bromas sobre los punks, parecía más bien una fiesta para colegiales en la cual el animador es ese buen misionero de Mozambique que toca la guitarra. Era burdo, y su presunto virtuosismo se perdía en lo basto de sus interpretaciones. Eso sí, tiene una bonita voz. Tocó ragtimes, baladas irlandesas y blues, pero lo mismo podía haber sacado de su bagaje polcas o zortzikos: no es el repertorio el que no tiene remedio, es él.

John Renbourn, inglés, tocaba con mucho mejor gusto, y no decía estupideces, pero, ¡oh desgracia!, no cantaba absolutamente nada. O cantaba mal, que es lo mismo. Sin embargo, su guitarra, lanzada en temas parecidos al anterior, se agradecía en algunos momentos, aunque tampoco fuera muy excitante. Cuando se unieron ambos músicos, el bostezo se cerró un poco, pero permaneció entreabierto.

Fue triste comprobar cómo dos mitos del folk son capaces de presentar tales carencias, de resultar tan insoportablemente aburridos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_